Los pacientes que reciben tratamiento en las unidades diálisis del estado Lara están en condición crítica, ya que las máquinas se dañan frecuentemente. Además, el Seguro Social no envía los medicamentos completos y los exámenes de laboratorio los dejaron de hacer en los hospitales, denunció el presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal (Fundaprel), Héctor Daniel Colmenárez.
«No hay repuesto para reparar las máquinas de diálisis y lo que hacen es parapetearlas y los pacientes quedan mal dializados», acusó.
Un paciente llega a una diálisis con tres kilos (promedio) de líquido y toxina y sale con 1.5 kilos que se van acumulando en el organismo y la persona va perdiendo calidad de vida, inclusive la vida está en riesgo, advirtió.
El también diputado ante el Consejo Legislativo del Estado Lara (CLEL), expresó que en promedio se registran entre tres y cinco decesos mensual de pacientes en diálisis, «pero cuando hay crisis como la que viven ahora, aumenta a seis o siete», lamentó.
Por otro lado, están las personas que aguardan por cupo para dializarse. En Lara existen siete unidades de diálisis y en el Seguro Social hay una lista de 60 pacientes . «Hay que esperar que se muera alguien para acceder al tratamiento», recriminó el diputado.
IVSS no manda el tratamiento completo
Colmenárez acusó que el Seguro Social no manda el tratamiento completo. «Si necesita 12 inyecciones de vitamina B12 le envía tres; si requieren 12 eritoproyetina le suministran cuatro o seis. Siempre llega chucuto».
Enfatizó que el medicamento zemplar no lo están suministrando, y es necesario para que el paciente mantenga el equilibrio.
El problema de las unidades de diálisis fue elevado ante el CLEL, y se conformó una comisión mixta entre las comisiones de Derechos Humano y Educación y tras visitar todas las unidades de diálisis se levantó un informe, y se hicieron las recomendaciones, y fue aprobado en plenaria y remitido al gobernador, a la ministra de salud y no han respondido.
Siete años suspendido el SPOT
La esperanza del paciente renal es el trasplante, sin embargo, en 2017 fue suspendido el Sistema para Trasplantes en Venezuela (SPOT) en 2017, que ha tenido un impacto severo en la salud y calidad de vida de los pacientes renales.
Para contextualizar, -explicó Colmenárez- que hasta el año 2004 la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONTV) estuvo al frente del SPOT, pero el Ministerio de Salud, suspendió el sistema.
Ello, originó que pacientes y familiares salieran a las calles a protestar y el Gobierno se vio forzado a crear Fundavene, y se empezaron a hacer trasplantes no de cadáveres, porque no hacía Procura de órganos, sino de vivo a vivo. Las operaciones quirúrgicas se hicieron en Caracas y Maracaibo, relató.
Lamentablemente, hubo pacientes que perdieron el trasplante, porque quienes se trasplantaron costearon el tratamiento de inmunosupresor por un año, con la promesa del Gobierno de que en ese lapso importaría los medicamentos lo cual no ocurrió. Por consiguiente, los pacientes que no tenían dinero para seguir costeando el tratamiento perdieron el trasplante. narró.
De ahí en adelante se paralizaron los trasplantes en el país, aseguró.
Expresó que en la última lista habían 78 pacientes que tenían el donante, los exámenes y los medicamentos inmunosupresores, de esa cantidad se trasplantaron unas 12 personas
«Todos estaban contentos porque se había reabierto el programa de trasplante en Maracaibo, pero la alegría duró poco», manifestó.