El mango es originario de la India y el sudeste asiático y se cultiva desde hace más de 4.000 años. Hay cientos de tipos de mango, cada uno con un sabor, forma, tamaño y color únicos. Además, no solo es deliciosa, sino que también cuenta con un impresionante perfil nutricional.
Los estudios relacionan al mango y sus nutrientes con beneficios para la salud como la mejora del sistema inmune, de la salud digestiva y de la vista, así como un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Aquí hay cinco beneficios de comerlos:
Alto en antioxidantes
El mango está lleno de polifenoles, compuestos vegetales que funcionan como antioxidantes. Tiene más de una docena de tipos diferentes, incluyendo mangiferina, catequinas, antocianinas, quercetina, kaempferol, ramnetina, ácido benzoico y muchos otros.
Los antioxidantes son importantes ya que protegen sus células contra el daño de los radicales libres. Los radicales libres son compuestos altamente reactivos que pueden unirse y dañar sus células.
La investigación ha relacionado el daño de los radicales libres con signos de envejecimiento y enfermedades crónicas. Entre los polifenoles, la mangiferina ha ganado el mayor interés y a veces se la denomina «súper antioxidante», ya que es especialmente potente.
Los estudios en probeta y en animales han encontrado que la mangiferina puede contrarrestar el daño de los radicales libres relacionados con el cáncer, la diabetes y otras enfermedades.
Puede aumentar la inmunidad
El mango es una buena fuente de nutrientes inmunoestimulantes. Una taza (165 gramos) de mango proporciona el 10% de sus necesidades diarias de vitamina A.
La vitamina A es esencial para un sistema inmunológico saludable, ya que ayuda a combatir las infecciones. Mientras tanto, no obtener suficiente vitamina A está relacionado con un mayor riesgo de infección.
Además de esto, la misma cantidad de mango proporciona casi las tres cuartas partes de sus necesidades diarias de vitamina C. Esta vitamina puede ayudar a su cuerpo a producir más glóbulos blancos que combaten enfermedades, ayudar a estas células a trabajar de manera más efectiva y mejorar las defensas de su piel.
El mango también contiene ácido fólico, vitamina K, vitamina E y varias vitaminas B, que también ayudan a la inmunidad.
Mejora la salud del corazón
El mango contiene nutrientes que apoyan un corazón sano. Por ejemplo, ofrece magnesio y potasio, que ayudan a mantener un pulso saludable y relajan los vasos sanguíneos, promoviendo niveles más bajos de presión arterial.
Además, los estudios en animales han encontrado que la mangiferina puede proteger las células del corazón contra la inflamación, el estrés oxidativo y la apoptosis (muerte celular controlada).
También puede reducir el colesterol en sangre, los triglicéridos y los niveles de ácidos grasos libres.
Si bien estos hallazgos son prometedores, actualmente faltan investigaciones sobre la mangiferina y la salud del corazón en humanos. Por lo tanto, se necesitan más estudios antes de que pueda recomendarse como
tratamiento.
Ayuda a la salud digestiva
El mango tiene varias cualidades que lo hacen excelente para la salud digestiva.Por un lado, contiene un grupo de enzimas digestivas llamadas amilasas.
Las enzimas digestivas descomponen las moléculas de alimentos grandes para que puedan ser fácilmente absorbidas. Las amilasas descomponen los carbohidratos complejos en azúcares, como glucosa y maltosa. Estas enzimas son más activas en los mangos maduros, por lo que son más dulces que las inmaduras.
Además, dado que el mango contiene mucha agua y fibra dietética, puede ayudar a resolver problemas digestivos como el estreñimiento y la diarrea.
Un estudio de cuatro semanas en adultos con estreñimiento crónico encontró que comer mango diariamente era más efectivo para aliviar los síntomas de la afección que un suplemento que contenga una cantidad similar de fibra soluble. Esto indica que el mango tiene otros componentes además de la fibra dietética que ayudan a la salud digestiva.
Protege la vista
El mango está lleno de nutrientes que ayudan a mantener los ojos sanos.
Dos nutrientes clave son los antioxidantes luteína y zeaxantina. Estos se acumulan en la retina del ojo, la parte que convierte la luz en señales cerebrales para que su cerebro pueda interpretar lo que está viendo, especialmente en su núcleo, la mácula.
Dentro de la retina, la luteína y la zeaxantina actúan como un protector solar natural, absorbiendo el exceso de luz.
Además, parecen proteger sus ojos de la luz azul dañina.
Los mangos también son una buena fuente de vitamina A, que apoya la salud ocular.
La falta de vitamina A en la dieta se ha relacionado con los ojos secos y la ceguera nocturna. Las deficiencias más graves pueden causar problemas más graves, como la cicatrización de la córnea.
oto: vía Mejor con Salud