AP .El primer ministro británico, Keir Starmer, dice que liderará un “gobierno de servicio” en una misión de renovación nacional en sus primeras declaraciones oficiales después de que su Partido Laborista arrasara en el poder tras más de una década en la oposición.
El laborista Keir Starmer es ya el nuevo primer ministro, y promete «reconstruir el Reino Unido»
Ya ha mantenido una audiencia con el rey Carlos III, quien le ha dado el encargo de formar un gobierno. El nuevo primer ministro ha dicho que el Reino Unido ha votado «de manera decisiva por el cambio» y por «devolver la política al servicio público».En ese discurso, el nuevo primer ministro afirmó que el Reino Unido ha votado «de manera decisiva por el cambio» y por «devolver la política al servicio público».
«Mi gobierno va a luchar cada día para que volváis a creer. A partir de ahora tenéis un gobierno sin doctrina, solamente guiado por la decisión de servir a vuestros intereses y desafiar a los que han arruinado el país», ha dicho.
Starmer ha insistido en la necesidad de una «renovación nacional», y para ello ha apelado a todos a sumarse a un gobierno que ha definido como «de servicio», lamentando que en los últimos años se haya «ignorado» a muchas familias. «Tanto si votaste al Partido Laborista como si no –de hecho, especialmente si no lo hiciste– te digo directamente que mi gobierno estará a tu servicio. Demostraremos que la política es un poder para hacer el bien (…) Primero el país, después el partido», ha prometido el nuevo jefe de Gobierno británico.
«Después de estos años, trabajaremos para unir nuestro país, cuatro naciones que vuelven a estar juntas, como muchas otras veces han estado en el pasado, enfrentándose juntas a los desafíos de un mundo inseguro, comprometidas con una reconstrucción tranquila y paciente», ha dicho.
Antes de comenzar su discurso, Starmer tuvo unas palabras de reconocimiento para el gran perdedor de esta cita electoral, un Rishi Sunak que ya ha anunciado su dimisión como líder de los conservadores. Así, ha destacado que «nadie» puede subestimar el logro de que haya sido el primer ministro británico de origen asiático.
El Partido Laborista ha obtenido 412 diputados, frente a los 121 logrados por el Partido Conservador, según los resultados oficiales que ya están prácticamente concluidos –a falta del reparto de dos escaños–.
Starmer llevó al Partido Laborista británico a una aplastante victoria electoral y el viernes se convirtió en el 58º primer ministro del país, el primer líder del partido de centroizquierda en ganar una elección nacional en el Reino Unido desde Tony Blair, que ganó tres seguidas a partir de 1997.
Es la última reinvención de un hombre que pasó de abogado de derechos humanos a fiscal severo y de joven radical a pragmático de mediana edad.
Al igual que Blair, que reformó el partido como “Nuevo Laborismo” en los años 1990, Starmer, de 61 años, llevó al Laborismo a una victoria aplastante sobre el Partido Conservador de Rishi Sunak en las elecciones del jueves, después de arrastrar al partido hacia un punto medio político.
Ganó prometiendo cambios a los votantes, pero también calma, prometiendo restaurar la estabilidad en la vida pública y darle a Gran Bretaña “la luz del sol de la esperanza” después de 14 años de agitación bajo los conservadores.
Starmer, ex fiscal jefe de Inglaterra y Gales, ha sido a menudo caricaturizado por sus oponentes conservadores como un “abogado londinense de izquierdas”. Fue nombrado caballero por su papel al frente del Servicio de Fiscalía de la Corona, y a sus oponentes les gusta usar su título, Sir Keir Starmer, para retratarlo como un personaje de élite y desconectado de la realidad. Si bien la mayoría de los primeros ministros reciben títulos de caballero, dama (el equivalente femenino) u otros honores reales después de su mandato, Starmer es el primer caballero del reino en convertirse en el líder del país desde Sir Alec Douglas-Hume en 1963.
AC