A razón del retiro del fútbol este 4 de agosto de Iker Casillas, fueron miles las reacciones en el mundo entero de personas que siguieron toda su carrera deportiva, desde niños hasta adultos, personas que quedaron maravillados con sus atajadas, su buen desempeño y hoy agradecen a Iker todo lo brindado, emociones, alegrías y buenos momentos.
Siempre se ha dicho que los deportistas se convierten en figuras públicas y muchos llegan a ser ejemplo de sociedades, de donde los más pequeños quieren seguir sus pasos y emular sus carreras. Entre algunas reacciones encontramos la de Pablo Chillida, periodista deportivo, venezolano, radicado en Miami, quien trabaja en el departamento de comunicación de la consultora deportiva Wingmen Sports y le escribe a Casillas una carta titulada : Iker: Cuando volar era posible
Querido Iker:
Han pasado más de 20 años desde tu debut. 12 de septiembre de 1999. Aquel partido en San Mamés es historia contemporánea. Un templo digno para el estreno de una leyenda. Ese día un chavalín de 18 años saltaba al campo con uniforme verde fosforescente y el dorsal 27 a la espalda. Ese día, Iker, te presentaste ante el mundo del fútbol, y desde entonces jóvenes de todo el mundo empezaron a zambullirse soñando en ser como tú.
Tu inolvidable “no soy galáctico, soy de Móstoles” te humanizó y nos hizo a muchos identificarnos contigo. Representaste humildad y serenidad dentro de un fútbol moderno que crecía a pasos agigantados. Aun así, debo decir que sí parecías extraterrestre cuando volabas por los cielos.
Tus reflejos felinos nos han cautivado durante dos décadas. La mágica noche de Champions en Glasgow. Los penales a De Rossi y Di Natale en Viena, para romper esa barrera contra Italia y encaminarse a la primera Eurocopa. Tus infinitas estiradas paranormales en todos los campos de España. Tu milagrosa pierna derecha ante Robben en el Mundial de Sudáfrica. Los trofeos levantados al aire durante los 8 años en que reinó la mejor selección de la historia.
Podríamos pasar días, incluso semanas, listando tus hazañas. Pero tu legado va más allá. Tu legado, Iker, en mi humilde opinión, también es una lección de fidelidad. A pesar de lo que muchos digan, la verdad es que tu casa, el Real Madrid, no supo valorarte, no supo despedirte.
Pero tú si supiste hacerlo, tu cariño por el club te hizo poner siempre el bien común por delante. Te levantaste y llevaste tus espectaculares vuelos al oeste de la península. Allí, Oporto te recibió con los brazos abiertos. Tu imagen de hace unos días, levantando la copa entre el cariño y admiración de tus compañeros, eso es lo que se merece una leyenda de tu calibre, Iker.
Con el respeto que se merecen los grandes, ni Buffon, Yashin, Banks o Zoff, por mencionar algunos, ninguno de ellos tiene tu palmarés, y honestamente también es muy difícil competir con tu espectacularidad de circo. Por eso creo que existe cierta unanimidad en el gremio, Casillas es el mejor de todos los tiempos.
Gracias, Iker, por todas las emociones vividas. Por las tardes inolvidables que le regalaste a mi familia. Por la sensación de que volar era posible. Que sepas que, en Caracas, hubo un chamito que durante toda su infancia saltó queriendo ser como tú, gritando ¡San Iker! en cada atrapada que hacía.
Julio Urdaneta
Foto: Pasión Fútbol
@juliourdanetam