Los transportistas encargados de colocar verduras, hortalizas y frutas en los mercados a diario deben sortear en carretera un sinfín de reductores y alcabalas. Estos puestos de control son aprovechados por funcionarios militares para incurrir en ilícitos, denunció el presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), Celso Fantinel.
Es un problema que afecta a más de 500 unidades cargadas de hortalizas, de frutas y verduras, detalló.
“Las autoridades en Caracas realmente no han podido hacer nada, y hablamos que todas las semanas estos amigos que nos apoyan con el transporte para llevar alimentos a los grandes centros de consumo, que son las ciudades, deben pasar por esas alcabalas, imagínense si nos ponemos a denunciar a todos los oficiales policiales, a todos los oficiales militares, que incurren en el ilícito en las alcabalas”, dijo.
A juicio de Fantinel “habría que eliminar, posiblemente un altísimo porcentaje de esas alcabalas y ni hablar de los reductores de velocidad”.
El dirigente gremial se preguntó “cómo un país va a ser eficiente si lo que estamos haciendo es destruir las unidades de transporte, estamos destruyendo nuestros vehículos personales, vehículos de trabajo de los productores, con cientos de miles de reductores de velocidad, se pudieran adoptar otras medidas”.
En la entrevista concedida a Fedecámaras Radio, el represente de Fedeagro manifestó que para nadie es secreto que, Fedeagro y sus asociaciones, especialmente las del occidente, la Región Andina, Mérida, Táchira, Trujillo, han batallado para llegar acuerdos que permitan solventar la problemática.
Dijo que, inclusive se observan alcabalas móviles y los funcionarios paran a los camiones sobre todo los que transportan alimentos, pero también al transporte público y hay que ver “lo que pasan estos chóferes de transporte público cuándo no pagan y realmente les mandan a bajar a todas las personas están en el autobús”, relató.
Fantinel dijo que esperan que “desde el Ministerio de Relaciones Interiores, los oficiales de altos mandos de policías nos pongamos de acuerdo”.
Sugiere que una de las medidas que se puede aplicar, en el caso de cuando se tiene un nicho tan importante de carga y de alimentos, como lo es La Grita y El Cobre, de donde salen más de 500 unidades de transporte cargadas de frutas y verduras, es que en el mismo sitio se verifique la carga y se expida un salvo conducto.
“Consideramos que en origen debería ya llevarse un salvoconducto, llevar un chequeo, porque ya se conocen los productores, se conocen los transportistas, se conocen los ferieros, se conocen los intermediarios, se conocen los supermercados (…)”.
Solamente, de la Grita a Caracas hay 45 alcabalas y un viaje que puede durar 18-20 horas se extiende a 36 horas y entonces se dañan las hortalizas, porque la cadena de frío es muy débil, explicó.
Fuente: Fedeagro