“La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco.
Es tradición venezolana el transmitir el pensamiento del más grande ser humano que he conocido y así lo califico porque, como hombre encarnado, considero que sólo ha sido superado por Jesús, el Cristo Redentor, quien fue Dios e hijo de Dios.
La Justicia es uno de esos ideales que desde la antigüedad ha sido estudiado y debatido por cualquier intelectual de prestigio y anhelado por los ciudadanos del mundo.
Definida como “aquel principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde, la Justicia es, pues, un principio ineludible que debería regir nuestras sociedades”.
Sin embargo, la vida en ocasiones dista mucho de ser justa y se convierte en una auténtica injusticia.
Abraham Lincoln (1809 – 1865), quien fue un abogado y político estadounidense que llegó a ser el decimosexto presidente de los Estados Unidos (1861-1865). Siempre ha sido evocado como el presidente que abolió la esclavitud, es una de las figuras más admiradas de la historia de esa nación norteamericana; la honestidad, la fortaleza de espíritu y la profundidad de su pensamiento y de sus convicciones patente en sus escritos y discursos, sobresalen entre las virtudes de un estadista que expresó…
“La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos de apoyar una causa que creemos que es justa”.
Fuente: biografiasyvidas.com
Ante todo, nuestra conciencia debe estar con los que sufren pero, la justicia debe ser imparcial. Se tienen que exterminar los dogmas que satanicen a cualquier sector de la sociedad; se tiene que execrar a las ideologías que pretenden expandir entre la población el peor sentimiento conocido por la humanidad, “la Envidia”. Eso es lo que pregona el comunismo, el socialismo y/o el populismo que instiga al odio contra aquel que tienen un poco más que el otro.
Del pregón de mi padre (Epifanio Pérez Pérez) aprendí qué: “De la nada… nada sale.”
Muchos de los que han asaltado al erario público han querido inculcar a los venezolanos que ser rico es malo, y han tratado de acabar con el aparato productivo del país, que otrora fue ejemplo de bienestar social y parte del llamado “sueño americano”.
A los desposeídos y a los ignorantes que creen en la ideología izquierdista, desfasada y fracasada, que acaba con las regiones donde se ha pretendido imponer, pregunto:
¿Quién (es) tienen la posibilidad de generar empleo? ¿Quién (es) puede (n) darte ayuda económica cuando la necesitas? ¿Puede ayudarte quien (es) está (n) a tu nivel o quien (es) está (n) por encima de tu nivel económico? ¿Mientras más posea (n) quien (es) tiene (n) más que tu no es mayor la posibilidad de obtener su ayuda? Y lo que creo es primordial…
¿Existe algún sistema productivo que haya logrado trabajar a pérdidas?
Los ciudadanos larenses y los venezolanos todos, debemos estar atentos con lo que ocurre en Mercabar y exigir a las autoridades a quienes compete preservar su normal actividad, el cumplimento del “ESTAMENTO LEGAL”… respetando el “ESTADO DE DERECHO”.