En Santa Elena de Uairen, estado Bolívar, transportistas de alimentos protestan este lunes, 5Oct, porque les anularon los informes con los resultados de las pruebas de coronavirus que utilizaban para poder viajar y llevar los alimentos al interior del país, aseguran. Este es un requisito frente a la pandemia.
Una fuente extraoficial de El Informador indicó que las autoridades le han manifestado a los gandoleros que la razón de la suspensión de tales informes es que se descubrió un presunto tráfico de pruebas falsificadas que eran vendidas a los conductores, razón por la cual uno de ellos aparentemente fue detenido.
Estos transportistas trasladan alimentos a Venezuela que descargan de otros vehículos de carga pesada que llegan a la frontera desde Brasil, y en plena pandemia, se han convertido también en un producto vital para los habitantes del pueblo.
En vídeos que nos hacen llegar se muestran decenas de gandolas paradas desde la alcabala de «La Guillotina», hasta en la entrada del pueblo, capital del municipio Gran Sabana.
Las «pruebas falsas» comercializadas entre los conductores se habían convertido en «un negocio» debido a las escasez de este recurso por parte de las autoridades, comenta un conductor no identificado en uno de los vídeos difundidos.
Algunos chóferes dicen tener varios días paralizados en la zona debido a la problemática, ya que no han recibido autorización de ingresar.
Comentan que, presuntamente, «todas las pruebas practicadas por el Estado» salen positivas y después les cobran $200 dólares para dejarlos seguir laborando.
El Informador no pudo confirmar estas versiones por parte de las autoridades locales, que hasta ahora no han ofrecido declaraciones al respecto.
E. De Sousa
Foto: Cortesía