El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas, (Andiep), Fausto Romeo, expresó que en Venezuela, cerca de 80 %, de los profesionales no tiene estudios de cuarto nivel.
En tal sentido, explicó que esto se debe a que «es una carrera muy larga, desde preescolar, primaria, bachillerato y termina en la universidad, que es cuando ya tiene una acreditación de una profesión, cuando podrías hacerlo desde el bachillerato».
Con relación al nuevo currículo educativo dijo que «no podemos esperar a que (los estudiantes) culminen unos estudios universitarios o algún curso que pueda generarse, cuando la formación lo puede hacer de manera formal desde las escuelas que pueden darle el título con esa mención y pueda salir al campo laboral». Las industrias actualmente, «requieren de mano de obra calificada» y acotó que los estudiantes que salen de bachillerato deben continuar con los estudios universitarios, resaltó.
En otro tema, manifestó que todos los trabajadores del sector público, en especial los maestros, merecen tener un salario digno. En entrevista transmitida por Globovisión manifestó que la convención colectiva de los maestros del sector público «no se ha firmado, tiene una demora de tres años».
Señaló que desconoce los motivos por los que se ha alargado las negociaciones entre el Ministerio de Educación y los sindicatos de maestros.
Alto costos arancelarios
La presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL-IPB, Blanca Arrieta, declaró a El Informador que los costos arancelarios de los estudios de postgrado, maestría y doctorado han aumentado “muchísimo” en todas las universidades lo cual va en detrimento de la preparación del docente.
De hecho, en los últimos cuatro años se ha observado una disminución de 50% de la matrícula, calculó.
Considera que la preparación y el desarrollo personal del recurso humano de la universidad debe estar en consonancia con la propia vida institucional. Sin embargo, tras la disminución presupuestaria las personas son quienes financian su preparación.
Con el agravante de que los profesores carecen de capacidad adquisitiva para financiar sus estudios de cuarto nivel y eso repercute, primero en la universidad porque disminuye la matrícula de Maestría, Doctorado o cualquier otro curso o actividad que realice la casa de estudios. Pero también afecta la formación y desarrollo personal porque se queda con solo con su título profesional que a su vez merma la calidad educativa, advirtió.
Fuente: Banca y Negocios