La relación más estrecha de Brasil con Estados Unidos ha alentado al gobierno brasileño a considerar una candidatura a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), actualmente en manos del colombiano Luis Alberto Moreno. La evaluación es que el puesto puede elevar al país a una posición de liderazgo y en la región.
De acuerdo con la política interna de los presidentes rotativos de bancos, los candidatos de Brasil o Argentina tienen más probabilidades de recibir un apoyo significativo en las elecciones de 2020. El gobierno brasileño estaba considerando la conveniencia de unirse a Argentina y apoyar a un candidato. respaldado por Mauricio Macri, pero el reciente resultado electoral en el país vecino ha cambiado la imagen.
La evaluación es que Estados Unidos se sentiría más cómodo apoyando a un candidato brasileño en línea con el gobierno de Donald Trump que un posible nombre proveniente del futuro gobierno de Alberto Fernández, el nombre de la izquierda argentina, que salió victorioso en las últimas elecciones. Con la sede del banco en Washington, la presidencia del BID finalmente se convierte en una representación de América Latina en la capital estadounidense.
El presidente del banco es considerado un representante de toda la región para las discusiones sobre temas económicos y de desarrollo. Su posición se considera estratégica. Al considerar su propia candidatura, Brasil busca una oportunidad para desempeñar un “papel de liderazgo” en las discusiones de la región, incluso en temas como la integración física (a través de la infraestructura logística) y la energía.
El país aún se encuentra en el proceso de conversaciones internas para decidir sobre la rentabilidad de su propia candidatura y para movilizar a los principales líderes del país, incluido el presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Economía, Paulo Guedes, para la campaña del presidente del BID. Como se trata de una negociación política, la búsqueda de apoyo por parte de los otros países miembros del banco debería dar lugar a acercamientos del gobierno brasileño, buscando una conciliación de intereses.
El nombre del candidato debe hacerse oficial 45 días antes de la disputa, pero la campaña se considera una disputa de “concejal interno”, que requiere tiempo y viaje a los países que forman parte de la institución. También es necesario que el gobierno brasileño esté completamente convencido de que este es un objetivo importante y ponga su capital político y diplomático para lograrlo.
La reunión anual del banco es un momento en que la atención se centra en los nombres de los candidatos ya definidos. El próximo año, la reunión tendrá lugar en marzo en Barranquilla, Colombia. Brasil tendría hasta entonces, por lo tanto, llegar a un consenso sobre el lanzamiento de su propia candidatura y la definición del nombre. El gobierno brasileño, por el momento, evita enumerar candidatos potenciales con el argumento de que es “muy cuidadoso de no quemar el comienzo”. La evaluación es que aún es el momento de hacer factible la aplicación y decidir la estrategia a adoptar.
Sin embargo, en recientes visitas del gobierno a Washington, uno de los nombres citados en las reuniones internas, según las fuentes, fue la ex presidenta del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Maria Silvia Bastos Marques. El BID aún no ha tenido una presidenta. La elección de la presidencia del banco la realiza la junta de gobernadores de la institución considerando la mayoría del poder de voto total. Solo Estados Unidos tiene el 30% del total de votos, de ahí la apuesta de Brasil de que su relación con Washington podría ser un factor decisivo. El mandato del presidente es de cinco años. Moreno fue elegido en 2005 y reelegido en 2010 y nuevamente en 2015.
Fuente: La Patilla