La tensión crece en territorio chileno luego de que el pasado 3 de noviembre se conociera que un integrante del pueblo indígena Mapuche había muerto tras enfrentamientos de los nativos contra las fuerzas de seguridad del gobierno de Sebastián Piñera.
El incidente despertó amplias críticas contra la militarización consecuencia de un estado de excepción que ha tenido lugar en las provincias de Arauco, la vecina Biobío, Malleco y Cautín en la Araucanía desde el pasado 12 de octubre y que durará hasta el 11 de noviembre.
En una esperada rueda de prensa en La Moneda, sede presidencial, Piñera respaldó a las fuerzas del orden y aseguró este 3 de noviembre que «Chile fue víctima de un grupo terrorista».
Posteriormente la Fiscalía tuvo que salir este 4 de noviembre a aclarar que los choques dejaron solo una persona fallecida y que la otra que el Gobierno dio por muerta se encuentra en “estado grave”.
El sur de Chile ha experimentado en el último tiempo una ola de violencia y muchos de esos episodios se enmarcan en el conflicto mapuche, que enfrenta al Estado chileno y al principal grupo indígena del país por las tierras que estos últimos habitaron durante siglos y que ahora pertenecen en su mayoría a grandes empresas agrícolas y forestales. /AB