¿Paralogismos?
“Errores en la cadena deductiva, usualmente inadvertidos por su enunciante, ya que formalmente parecieran ser válidos, pero no lo son.”
Se dice que “los errores se pagan y, generalmente, los paga quien los comete.”
Pero, en el mundo bizarro venezolano en el cual vivimos es diferente.
Tomemos como ejemplos el caso del desastre en el suministro eléctrico que soportamos la gran mayoría de los venezolanos, después de que habitábamos un país que vendía excedentes de electricidad a sus vecinos y, ese desastre, nos sumerge en una penumbra para muchos aterradora, y ha ocasionado incalculables daños colaterales, físicos y psíquicos, sobre todo a niños y ancianos, aquellos que se han quedado atrapado, por horas, dentro de un ascensor; aquellos que han sido víctimas de la delincuencia que aprovecha la obscuridad para cometer sus fechorías. Quienes han aceptado y ejecutado la autoridad suficiente para regir los destinos del país, han incumplido con la responsabilidad que otorga esa autoridad, y tal vez para justificar su ignorancia, su ineptitud, su incompetencia, han recurrido a culpar inexistentes terroristas que hacen ataques cibernéticos y, descaradamente, han inculpado hasta a las inofensivas iguanas.
Más allá de los daños ocasionados por la ausencia de los combustibles necesarios para la producción nacional, el transporte aéreo, marítimo y terrestre, y para la elaboración de alimentos necesarios para el consumo animal y humano, está el desastre ecológico que viene desarrollándose a todo lo largo y ancho del territorio nacional, destruyendo las nacientes de agua en el país que ha sido catalogado como el séptimo reservorio de agua dulce del mundo. Esto que viene ocurriendo por la tala y la quema indiscriminada, se ha acentuado porque los caficultores ante la falta de gasoil y de gasolina, están realizando el proceso de secado del café con leña, al extremo que comunidades de las zonas cafetaleras se están quejando porque ya no la consiguen (la leña) para cocinar sus alimentos. Pero este desastre se ha magnificado por la destrucción minera de la zona que constituye un incalculable reservorio ecológico del mundo… “El Amazonas.”
La delincuencia está destruyendo aceleradamente a la producción agropecuaria en un país donde se posesiona cada vez más el hambre y la desnutrición ocasionada por el hambre impuesta a través de la miserable remuneración al trabajo y el exterminio de la meritocracia sustituida por el poder que imparte determinada tendencia política y premia la violencia impune del más fuerte que ha logrado la supremacía ante el conocimiento y, los principios y valores que eran característicos del venezolano.
La diáspora aniquiladora de familias arraigadas a las tradicionales costumbres que otrora acogieron con brazos de solidaridad a ciudadanos del mundo que huían del hambre, las dictaduras, holocaustos y guerras fratricidas y que vieron en Venezuela el paraíso soñado que le brindó seguridad jurídica y personal durante gran parte del siglo pasado, en la era de libertades y democracia, imperfecta sí, pero ejemplo para el mundo.
Es suficientemente conocido el desmoronamiento del sistema de salud que en épocas pasadas fue buscado por habitantes de países vecinos, cuyas mujeres venían a parir a las maternidades venezolanas, como en la caraqueña Maternidad Concepción Palacios.
El mejor ejemplo de lo que fue el sistema educativo lo constituyen los profesionales formados en nuestras magnas casas de estudio, que hoy en día obtienen grandes triunfos en la cúspide de la investigación, la enseñanza y logros económicos aportados en países a los cuales tuvieron que emigrar y la infraestructura de la Universidad Central de Venezuela, calificada por la UNESCO como…
“PATRIMONIO CULTURAL DE HUMANIDAD.”
Ante los resultados electorales del 21N, y de mi ignorancia política, en aras de utilizar la lógica y la razón hago un llamado a reflexión a la dirigencia política, a sirios y troyanos, que han actuado, solamente, en pro de sus apetencias personales, tras el lucro avaro, a que corrijan sus errores porque, los errores que cometen los está pagando el ciudadano común…
Basta ya de mentiras, manipulaciones y componendas, se debe parar la corrupción en todas las instancias y actuar de manera imparcialmente honesta, con demostrativa integridad, Venezuela posee los recursos naturales renovables y no renovables como para proyectarse como una potencia del llamado primer mundo, donde los venezolanos tengamos la vida digna y el bienestar social que perdimos por la aplicación de políticas económicas desfasadas y fracasadas reiterativamente comprobada en todas las regiones del planeta donde se han querido imponer.
Tenemos el deber y el derecho de dejar a nuestra descendencia, al menos, el país que nosotros conseguimos.