El presidente francés, Emmanuel Macron, inició el 5Dic los contactos para formar un nuevo Gobierno, un día después de que la Asamblea Nacional votara una moción de censura apoyada por la izquierda y la extrema derecha, para derribar al jefe del Gobierno, Michel Barnier.
Elegido en septiembre pasado, el exnegociador de la UE para el Brexit se convertirá en el más efímero primer ministro desde la Segunda Guerra Mundial y el segundo que pierde una moción de censura después de que en 1962 lo hiciera Georges Pompidou.
La situación devuelve a Macron la responsabilidad de buscar una salida al bloqueo político en el que se encuentra Francia. No obstante, el Ejecutivo ya había empezado a trabajar en el relevo, antes de la moción de censura.
El Elíseo no ha dejado entrever si el presidente tiene previsto efectuar un relevo rápido al frente del Ejecutivo o si dejará a Barnier al frente en funciones durante unos días.
En paralelo, los diferentes grupos políticos comienzan a marcar su posición ante la nueva situación que se abre.
El primer en hacerlo fue la izquierdista La Francia Insumisa, principal componente de la alianza de izquierdas en la Asamblea Nacional y que sigue reclamando el puesto de primer ministro, al considerar que fue el ganador de las pasadas legislativas.
El exprimer ministro, Gabriel Attal, líder de las tropas macronistas, ha señalado que buscará una mayoría que faciite un Ejecutivo de transición que pueda ponerse de acuerdo en algunos aspectos y pueda desbloquear la situación, al menos hasta el próximo verano, cuando Macron puede de nuevo disolver la Asamblea Nacional.
Eso presupondría que los socialistas salieran de la alianza de izquierdas, algo que sus líderes, por ahora, no se plantean, al menos en público.
Entre los nombres que suenan para sustituir a Barnier figura el actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, fiel macronista, el único que se mantiene en el cargo desde la llegada del presidente al Elíseo en 2017.
También aparece la figura del veterano centrista François Bayrou, además del exprimer ministro socialista Bernard Cazeneuve o el actual titular de Interior, Bruno Retailleau, defensor de posiciones radicales contra la inmigración, lo que podría contar con el respaldo de la ultraderecha.