En el templo solitario, la imagen de Divina Pastora era captada por los diferentes medios de comunicación tanto local como nacional. El silencio era casi absoluto. Por primera vez en 165 años.
Bella e impecable, ataviada con su vestido en raso blanco, bordado. El mismo que uso en el año 2000. El ajuar los completa zapatos color dorado, y sombrero color plata.
«Es icónico que la gente haya optado por este vestido que lució en el 2000, año en que recuerda el Misterio de la Encarnación de Jesús, que es un momento de alegría«, expresó monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
Explicó que el mensaje de la encarnación Es de un Dios cercano, tan cercano que asume nuestra condición humana con todas nuestras debilidades y defectos para redimirnos y salvarnos.
Para abrir la puerta de la eternidad y devolver la imagen y semejanza que se ha perdido por el pecado, recordó monseñor Basabe.
Las declaración la ofreció este miércoles cuando inicia la Peregrinación virtual al Santuario de Santa Rosa, en donde fue inevitable recordar años cuando centenares de personas con sus celulares captaban el momento junto a la familia y amigos.
Imágenes que a su vez recorrían el mundo a través de redes sociales.
Este vez ser redujo a uno grupo pequeño de periodistas debido a la pandemia del covid-19 alteró todo. Menos la fe, esa fe en Dios y la Divina Pastora que mueve corazones y transforma realidades.
En esos momentos, la oración une a millones de persona que ruegan a Dios que cese la pandemia, para nuevamente fundirse en un abrazo fraterno.
@auritarosacastillo.
Fotos: Daniel Sosa/ARCG