Cierre de cines, parques … durante el confinamiento preventivo, por la covid-19, ha despertado interés por la lectura mientras que en otros ha afianzado el hábito, según comerciantes
Se ha notado bastante la presencia de jóvenes. Existen innumerables títulos y, los temas más solicitados son política y autoayuda, expresa una joven empleada de una librería, en el este de Barquisimeto.
Por lo general, los muchachos combinan lecturas de autoayuda con un poco de drama, suspenso. El costo de los libros se ha elevado, Algunos cuestan 22 dólares, dijo.
Sin embargo, apunta César Acosta, quien atiende un puesto en la plaza Pedro León Torres, calle 23 con carrera 19, frente a la Gobernación, existe la opción de libros usados que son muy económicas.
“Yo vendo tres ejemplares por cinco dólares. También hay personas que hacen intercambio entre ellas”.
La lectura hay sido un medio de distracción, en medio de problemas económicos, la pandemia y cuarentena. La televisión que puede ser un escape, pero deja de serlo por problemas con cableras. La imagen se cae.
“Leer es pasatiempo edificante que mueve emociones, sentimientos. Aquí he visto gente llorar, reír… Es muy humano”, acota.
Ahorita estoy leyendo la novela El Maleficio, escrita por Stephen King, la trama es de intriga y terror. Su obra literaria es muy solicitada.
El libro físico conecta con la aventura, imaginas, olfateas, siente el clima, el paisaje que describe la historia. Es muy satisfactorio…. Me fascina.
“Vino un señor buscando libros para su hijo porque le gusta leer”. En Navidad las ventas estuvieron muy buenas, porque también requieren textos escolares.
Múltiples beneficios
Precisamente, Lisbeth Mora buscaba un libro para complacer a su hijo de 11 años. El Principito es un buen libro, comentó.
Explicó que se decidió por ese título, porque “en días pasados lo consiguió leyendo El Grito del Silencio, escrito por Ibeyise Pacheco, se lo quitó prestado a la maestra de tarea dirigida.
Es una historia muy fuerte, de la vida real. Entonces le sugerí que leyera El Principito “para balancear”, añadió.
En casa nos gusta leer. Su papá es locutor. El tiempo utilizado para leer está bien invertido, por eso infundo el hábito a mis tres hijos, porque además de distraerles es una herramienta que aporta múltiples beneficios.
Amplía el vocabulario y por ende fluidez verbal, se aprende a comunicarse asertivamente. En síntesis, debe ser parte del estilo de vida, expresa.
Angel Alvarado, se define amante de la lectura. El libro físico ofrece calidez. Sin embargo, no le resta méritos a la tecnología y plataformas de streaming, que han ganado público, dijo.
@auritarosacastillo
Fotos: ARCG