Las elecciones presidenciales y de asambleístas que se realizarán el domingo en Ecuador están previstas bajo las condiciones que impone la pandemia de coronavirus y en lugar de ser la tradicional fiesta democrática alrededor de los recintos electorales, son un motivo de miedo y preocupación.
Poco antes de los comicios, el gobierno del presidente Lenín Moreno anunció la entrega de un bono de 200 dólares por una sola vez en febrero a cerca de 326.00 personas que han cumplido su trabajo durante la pandemia en hospitales, escuelas y colegios estatales, así como a militares, policías y agentes de tránsito.
El Consejo Electoral convocó a la ciudadanía a acudir a sufragar de acuerdo con el número final de su documento de identificación: los pares en la mañana y los impares en la tarde, además de llevar mascarilla, alcohol y su propio lapicero para evitar contagios.
Por disposición de las autoridades, a los recintos electorales podrán ingresar sólo los votantes sin ningún tipo de compañía.
También habrá una puerta de acceso y otro diferente de salida y no podrán instalarse los tradicionales puestos de comidas y de ventas.
El único momento en que los votantes deberán descubrirse será cuando los oficiales de mesa comprueben la identidad.
El presidente del colegio de médicos de Pichincha, cuya capital es Quito, Víctor Alvarez, dijo a la prensa esta semana que una persona se infecta cada minuto en Ecuador. La capital registra la mayor cantidad de infectados, un promedio de 82 pacientes en espera por cada cama de cuidados intensivos y entre 13 y 16 a la espera de una cama de hospitalización por coronavirus, añadió.
Desde finales de febrero del año pasado, cuando empezó la pandemia de COVID-19, este país registra 253.339 contagiados y 14.968 fallecidos.
AP