Con motivo de la celebración de la “Semana de la Audición”, el Servicio de Foniatría del Hospital Universitario de Pediatría Dr. Agustín Zubillaga, de Barquisimeto, culmina este sábado 7 de marzo una semana de actividades diversas como la valoración foniátrica y auditiva de niños, jóvenes y adultos, completamente gratis.
La Dra. Elida Briceño, jefe del Servicio de Foniatría del referido centro de Salud, detalla que se trata de valoraciones foniátricas a recién nacidos sanos o con algún antecedentes de alto riego biológico.
También despistaje auditivo en escolares, audiometría tonal para pacientes citados, valoración a niños con problema del lenguaje y audición, adultos con problemas auditivos, y terapia de rehabilitación vestibular para pacientes con vértigos que así lo ameriten.
DÍA MUNDIAL DE LA AUDICIÓN
El 3 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Audición con el objetivo de crear conciencia sobre cómo prevenir la pérdida de audición y promover el cuidado auditivo en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), médicos foniatras, audiólogos y otorrinolaringólogos, destacan la importancia de la detección e intervención temprana de la pérdida de audición
Según la OMS, hay más de 466 millones de personas con pérdida de audición incapacitante, y se prevé que en 2050 aproximadamente una de cada 10 tenga pérdida total de audición.
Muchas de las causas son prevenibles, y con diagnóstico precoz y tratamiento oportuno, pueden reducirse sus repercusiones. Por lo tanto, se debe resaltar que, al momento del nacimiento, los padres deben estar alertas a las más mínimas señales de pérdida auditiva.

Pero incluso antes, puede prevenirse la hipoacusia durante el embarazo, evitando contacto con personas enfermas de rubéola y otras infecciones. Así mismo, los padres deben estar atentos con el esquema de vacunación, además de los controles pediátricos y tratamiento adecuado a las infecciones respiratorias que pueden afectar el oído medio.
Hipoacusia: pérdida parcial o total de la capacidad de percibir o entender el sonido.
Advierten que un niño hipoacúsico puede tener un desarrollo aparentemente normal hasta los 18 ó 24 meses de vida, en los que un retraso en la adquisición del lenguaje puede ser considerado normal y, por ello, pasado por alto que el niño padezca de pérdida auditiva.
Los especialistas recomiendan a los padres observar el comportamiento del bebé ante los estímulos sonoros, durante sus primeros meses de vida.
Desde que nace hasta los dos meses de vida, el niño se despierta o se asusta ante ruidos fuertes y de alta intensidad. La voz de su madre es capaz de tranquilizarlo. A los tres y cinco meses de vida dirige la mirada y gira la cabeza hacia los lados buscando la fuente de sonido, y entre los seis y nueve meses es capaz de buscar la fuente del sonido moviendo la cabeza y el cuerpo.
Si los padres comprueban que esto no ocurre, deben consultar de inmediato con el especialista.

Existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que el recién nacido presente pérdida auditiva como: antecedente familiar de sordera, infecciones intrauterinas, malformaciones de la cabeza y el cuello, ictericia, prematuridad, meningitis neonatal, uso de fármacos tóxicos, asfixia perinatal, ingreso en la UCI neonatal, síndromes genéticos.
En niños mayores, la otitis media o serosa recurrente, traumatismo craneoencefálico, entre otros. En la vida escolar los problemas de atención pueden estar relacionados con hipoacusias. La consecuencia más grave de la sordera, sino se detecta a tiempo, es la ausencia del lenguaje.
La revisión de la propia audición desde el periodo neonatal, sería el primer paso para abordar el problema. Existen diferentes pruebas formales e informales de valorar la audición.
Entre los formales tenemos: las emisiones otoacústicas (EOA), que posibilitan la evaluación auditiva desde los primeros días de vida, y los potenciales evocados auditivos de tallo cerebral.
Existen otras pruebas como la audiometría condicionada para niños entre tres y cuatro años, y la impedanciometría.
En niños en edad escolar se debe realizar la audiometría tonal, y así de esta manera establecer su umbral auditivo.

Adolescentes y personas adultas también deben revisar su audición a través de la audiometría tonal, debido a que muchas personas viven con una pérdida de audición no detectada, especialmente las que tienen un mayor riesgo de pérdida de audición como:
- Adultos mayores de 50 años
- Personas que trabajan en lugares ruidosos
- Personas que escuchan música a gran volumen durante largos periodos de tiempo
- Personas que tienen problemas de oídos