El primer ministro británico Boris Johnson se encuentra con buen estado de ánimo el lunes después de pasar la noche en un hospital de Londres mientras se recupera del coronavirus.
Su portavoz, James Slack, informó que el primer ministro pasó una noche cómoda y sigue a cargo del gobierno pese a haber ingresado al Hospital St. Thomas luego de presentar síntomas del COVID-19 con tos y fiebre persistentes, 10 días después de ser diagnosticado con la enfermedad.
Johnson envió un tuit agradeciendo al Servicio Nacional de Salud por la atención que le brindan a él y a otras personas en estos momentos difíciles.
“Por recomendación de mi médico fui al hospital para pruebas de rutina puesto que aún tengo síntomas del coronavirus”, tuiteó Johnson. «Me siento en buen estado de ánimo y mantengo contacto con mi equipo mientras trabajamos juntos para combatir este virus y mantener a salvo a todos”.
Slack se negó a decir qué tipo de pruebas se estaba realizando el premier.
“El primer ministro continúa a cargo del gobierno”, sostuvo Slack. “Está recibiendo actualizaciones en el hospital y sigue recibiendo” expedientes e informes.
El gobernante de 55 años estuvo en cuarentena en la residencia oficial en Downing Street desde que fue diagnosticado con COVID-19 el 26 de marzo, el primer jefe de gobierno que se sepa ha contraído el virus.
Siguió al frente en reuniones diarias sobre la pandemia hasta el domingo y ha difundido varios mensajes en video durante su confinamiento. El secretario del Exterior, Dominic Raab, dirigió la reunión del lunes.
Gran Bretaña no cuenta con un cargo oficial de viceprimer ministro, pero Raab ha sido designado para hacerse cargo en caso de que Johnson no esté en condiciones de hacerlo.
Johnson fue hospitalizado al tiempo que la reina Isabel II emitía un mensaje a la nación que fue transmitido el domingo por la noche. La monarca de 93 años exhortó a la población a mostrar determinación y atender las recomendaciones de permanecer en sus hogares.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, hasta el lunes había unas 1,29 millones de personas infectadas en todo el mundo y casi 71.000 muertos. En Gran Bretaña iban casi 49.000 infectados y unos 5.000 decesos.
En la mayoría de los pacientes, el COVID-19 causa síntomas leves o moderados como fiebre y tos, que duran unas pocas semanas. Pero otros, especialmente ancianos y personas con problemas médicos previos, pueden sufrir complicaciones graves como neumonía o incluso la muerte.