El director de Talento Humano de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Luis Mathison, calificó de «muy grave» en cuanto a salario la situación de los trabajadores.
«Tenemos, como todos lo saben, más de dos años sin recibir un incremento de salario mínimo».
En la actualidad «se tiene un «sueldo bonificado sin repercusión en cálculos de vacaciones, bono de fin de años y menos en prestaciones sociales», enfatizó.
Esta situación ha obligado a cientos de trabajadores a irse de la Universidad en búsqueda de mejores condiciones.
«En 2018 la nómina era de unos 6.400 trabajadores, entre activos y pasivos, y actualmente llegará a unos 5.700. Se han ido cerca de 1000 trabajadores», manifestó Marhison.
A ello se suma, que antes había más personal en funciones, pero hoy día la población de jubilados sobrepasa las 3.000 personas, entre los tres sectores, mientras que los activos son «escasamente» 2.100 trabajadores, lamentó.
A su juicio, «la situación es compleja», porque si bien es cierto antes el personal de las instituciones universitarias no devengaban un sueldo comparativo con el sector privado, al menos tenían otros beneficios colaterales, entre los que mencionó un servicio de salud que funcionaba.
Asimismo, prestaciones sociales, jubilación al cabo de 25 años de servicio, eso de alguna manera compensaba las diferencias salariales que existían, detalló.
Deuda de pasivos laborales
El director de Talento Humano aseguró que el Ministerio no paga desde el año 2014, las prestaciones sociales al personal administrativo y docente.
Mientras que a los obreros les adeuda desde 2017.
El año pasado pidieron. información y no recibieron respuesta. La semana pasada reiteraron la solicitud, mencionó Marhison. AC