El economista y profesor Ingerzon Freites considera que mantener por tiempo prolongado “los precios acordados” pudiera no ser beneficioso, advierte. Sin embargo, “la medida no es mala en el corto plazo”.
«El problema es que este control de precio o precios acordados, no se vayan adoptando en la medida de que los costos de la materia prima vayan aumentando bajo el costo de producción», dijo en el programa Sin Duda que transmite Unión Radió.
En su opinión, el impacto negativo de estos acuerdos radica principalmente en que ni empresarios ni los productores agrícolas aceptarían producir en un rango inferior al costo que esa actividad conlleva, lo que mermaría el incentivo a producir y «el siguiente nivel es la desaparición del producto».
Considera que el método de precios acordados es positivo porque responde a la escalada de precios. Generalmente estas medidas son generadas por el incremento en el ámbito formal e informal del tipo de cambio, expreso el también profesor de política económica de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
La economía venezolana requiere divisas para importa insumos y materia prima, sobre todo en el sector alimento, y el principal problema que afronta es la falta de dólares y esa escasez es la causa principal de la inflación, porque aumenta la presión sobre la demanda de esa moneda y por consiguiente aumenta su precio, explicó.
Precios acordados tras denuncias
La vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez anunció el pasado 2 de junio que el Gobierno y sectores productivos habían “acordado precios”, tras la tendencia supuestamente especulativa en algunos productos alimenticios, lo que denunció hace dos semanas.
Según Rodríguez, con el Plan Bodega Comunal, se han reducido entre un 40 % y 60 % los precios resaltando que han bajado los precios en rubros avícola: pollo, huevos y las grasas. ac