Panamá enfrentaba el miércoles un paro y marchas callejeras de gremios de maestros que exigen el congelamiento de los precios del combustible y los alimentos.
La principal asociación de profesores se sumó a la paralización por 72 horas impulsada por otros gremios a nivel nacional y es la más reciente protesta en un país que no escapa al impacto global del alza de la gasolina. Actualmente, uno de los tipos de gasolina más usados cuesta casi 6 dólares el galón, el doble de lo que valía meses atrás.
El dirigente Abdiel Becerra dijo a la prensa local que el aumento del combustible ocasiona que los padres no puedan enviar a sus hijos a la escuela por el costo del transporte y la comida. “Hay un efecto dominó”, señaló, al tiempo que rechazó las críticas de otros sectores por el paro.
Las escuelas recién reabrieron a inicios de año después de un prolongado cierre por la pandemia de COVID-19 y hay colegios que se negaban a parar.
El gobierno argumenta que el alza del combustible y sus efectos se deben en buena medida a la guerra de Rusia y Ucrania y que no es viable el congelamiento de precios.
Recientemente el gobierno accedió a otorgar un subsidio -que estimó que costará 100 millones de dólares- para congelar por unos meses varios precios, entre ellos el del transporte público y escolar.
También acordó aliviar el alto costo al transporte agroindustrial luego de que bloqueara la carretera Panamericana por varios días.
Panamá es un país principalmente de servicios e importa los derivados del petróleo, por lo que el precio del producto a los consumidores varía de acuerdo con los movimientos del mercado.
Fuente: AP