Holanda remontó para superar el sábado 2-1 a Turquía, con lo que reservó su lugar en las semifinales de la Eurocopa, donde se medirá con Inglaterra.
Un autogol de Mert Muldur a los 76 minutos, apenas seis después de que Stefan de Vrij había empatado el marcador abierto por un cabezazo de Samet Akaydin en la primera mitad, bastó para que los holandeses completaran el grupo de semifinalistas
Holanda enfrentará a los ingleses en la segunda semifinal, el miércoles en Dortmund. España se verá ante Francia el martes.
Turquía no contó con el defensa Merih Demiral, suspendido dos encuentros por la UEFA debido a un gesto nacionalista que hizo tras anotar el martes en la victoria 2-1 ante Austria en octavos. El gesto es asociado a un grupo ultranacionalista.
El presidente turco Recep Tayyip Erodgan asistió al encuentro después de cambió de planes debido a una diferencia diplomática con Alemania por el gesto de Demiral.
Nancy Faeser, ministra alemana del Interior, dijo que Demiral aprovechó su celebración “como una plataforma para el racismo”. El ministro federal Cem Özdemir, político alemán de ascendencia turca, aseveró que el gesto en cuestión «representa el terror y el fascismo».
Muchos aficionados turcos hicieron el gesto en su camino al Olympiadstadion de Berlín, y de nuevo durante la interpretación del himno nacional de su país, antes del encuentro.
Los holandeses comenzaron mejor, pero los defensas turcos se afanaron para limitar el impacto de Cody Gapko, Xavi Simons y Memphis Depay. Turquía colocó una línea de cinco atrás, como lo hizo en la victoria ante Austria, y gradualmente mejoró.
Akaydin recompensó un periodo en que Turquía ejerció presión al marcar a los 35 minutos. Arda Guler envió un centro idóneo para que el zaguero cabeceara, rozando la parte inferior del travesaño.
El tanto desató una celebración enloquecida del cuerpo técnico y de los aficionados turcos. Guler fue rodeado en el área técnica por compañeros que lo abrazaban, mientras los hinchas en el ala occidental del estadio encendían bengalas.
Pitados ruidosamente, los holandeses buscaron el tanto del empate. Lo consiguieron a los 70, cuando De Vrij quedó libre y cabeceó tras un centro de Depay.
De pronto, los seguidores de Holanda se hicieron oír de nuevo. Seis minutos después, fueron ellos los que festejaron cuando Gapko obligó a un autogol de Muldur, al colocarse frente al zaguero, quien desvió hacia el arco un centro rasante de Denzel Dumfries.
AP
LA