Reseña de La Añoranza/ Iván Brito López < El Informador Venezuela
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Reseña de La Añoranza/ Iván Brito López

Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López

Foto: cortesía

Luis Alfonzo Larraín “El Mago de la Música Bailable” y Rafael Miguel López con “la Orquesta de las Simpatías”

Las particularidades, que tiene cada quien que escribe, lo ubica dentro de un rango dentro del amplio mundo de las letras indudablemente, descollando según sea su caso, los que de manera magistral relatan con admirable acuciosidad las peripecias de la música popular americana y la de alguno de sus protagonistas más egregios, por ejemplo, como lo refiere el maestro Aldemaro Romero en el prólogo, de “El Silbato del Amolador” de la autoría de siempre gratamente recordado César Aveledo Quero que como buen cronista, Aldemaro le da el calificativo poético de juglar, porque hay que ser juglar para tener la perspicacia intuitiva que da la predilección por un tema, para adentrarse con tanta facilidad en ellos como lo hizo César Aveledo al relatar con gracia y con el respaldo de la debida documentación, las aventuras de algunos personajes y los viajes por limitadas geografías, donde hambriento de historias, el autor recorre con ambiciosas zancadas países y continentes, años y décadas, en un periplo que le tomó buenos años de su vida para ofrecernos a la postre con “El Silbato del Amolador”, la historia y el reconocimiento de meritísimos creadores de la obra musical latinoamericana.

Pues bien, uno de esos personajes lo fue sin discusión alguna, Luis Alfonzo Larraín, quien nació en la Victoria, estado Aragua, el 22 de julio de 1911, siendo hijo de Alejandro Alfonzo Pérez y Ana Larrain Martínez, recibiendo en el ínterin hogareño sus primeros pasos gracias a su progenitora quién le enseñó el canto y a tocar el criollo cuatro a edad temprana dada su connatural vocación por la música.

Al fallecer su padre, la familia se traslada a Caracas, donde afloró el magnetismo que la música le atrajo hacia sí y su madre le enseñó como acotamos, las primeras lecciones de canto, así como las primeras pisadas en nuestro típico instrumento venezolano, como lo es el cuatro. A los 9 años compone su primera canción, la cual se la proporcionó a la coupletista española Pilar Arco, quien decidió incorporarla a su repertorio. Los estudios formales de música los recibe de Emma Briceño.

No dice José A. Orellán (2001) que, Siendo apenas un adolescente e inspirado en su ídolo el maestro Carlos Bonet, (natural de Villa de Cura), quien se convertiría en su referente, como quiera que era director de las bandas Militares de Venezuela y para el 1930 llegó a dirigir la primigenia orquesta de la Broadcasting Caracas (Radio Caracas Radio), desde su primera emisión; además de dirigir orquestas típicas; fue un formidable intérprete y cultor del cuatro venezolano. De acuerdo al citado Orellán, Luis Alfonzo Larraín, se reúne con Raúl Briceño (Piano), Eduardo Serrano (Batería), Alberto Muñoz (Saxofón) y Rafael Uzcátegui (Violín), y el propio Luis Alfonzo Larraín en el Banjo, cantante y líder de a la agrupación, con ésta da sus primeros pasos al presentarse en celebraciones familiares, en vista de la aceptación y la madurez que van adquiriendo, hacia 1927 decide modificar el formato orquestal ampliándola con la incorporación de Federico Ayesta (Trompeta), Luis Guevara (Saxofón), Heber Hernández (Violín) y eventualmente la participación del talentoso Antonio Lauro (Guitarra), lanzándola profesionalmente como Orquesta Flava, nombre inspirado en el color predominante en el uniforme asignado a los miembros de la agrupación.

Luis Alfonzo Larraín y Rafael Miguel López.

Nos refiere Carlos Molano Gómez (2018), que en 1930; el talentoso Músico, Compositor, Educador y Senador, procedente del Estado de Miranda, don Vicente Emilio Sojo, funda y dirige “La Orquesta Sinfónica Venezuela”, año en que apoya académicamente a Luis Alfonzo Larraín en sus estudios de armonía y composición.

En este sentido, la página web “La Venciclopedia” (2022), señala que, realizados los primeros arreglos musicales para orquestas de bailes, sobre todo para el merengue venezolano, organiza formalmente su orquesta, con la participación de cantantes como “Kiko” Mendive, Marco Tulio Maristani y Graciela Naranjo; y, posteriormente, otros, como Elisa Soteldo, Ada Alba, Elio Rubio, Orlando Vallejo y Manolo Monterrey. Fue así que, Luis Alfonzo junto a Eduardo serrano, se convirtió en uno de los precursores en la adaptación del merengue venezolano para una agrupación orquestal tipo banda, además contribuyó a su adaptación bailable como ritmo de raíces africanas. De igual modo, fue ingenioso en la adaptación de otros temas tradicionales como el joropo a la orquesta de baile, tal como en “El pajarillo aragüeño” de Pablo Riera y Valeriano Ramos interpretado por Rafa Robles. A decir del citado portal, por la orquesta de Luis Alfonzo Larraín, desfilaron diversos cantantes del género popular, lo que el mismo Luis Alfonzo señala en un audio que aparece en uno de los trak del Disco Compacto de Alberto Naranjo en homenaje a este prodigio de la música, titulado “Dulce y Picante”, entre ellos Graciela Naranjo, Elio Rubio, Leo Rodríguez, Luisin Landáez, Enrique Jorrin, Vivita Bravo, Tony Camargo, Alberto de Montano, Trino Finol y Carlos Torres, por no decir nada de Celia Cruz en 1947. Con su versatilidad de compositor nació el bolero “No me sigas mirando”, cantado por Mario Suárez; y “No comprendo” y “Las cosas son como son”, guarachas cantadas por Elio Rubio. Otros temas son “Dudas de mí” de Luis Barragán y “No volveré a encontrarte”, de Carlos José Maitín. En otros géneros, el merengue venezolano “El cigarrillo” de Juan Ramón Barrios, el bolero Maracaibo de Jesús “chucho” Sanoja y el también merengue “Esta es Venezuela” de César Viera, como los merengues “El Morrocoy” y “Dime Adiós” del propio Luis Alfonzo. Tal vez por su habilidad en la ejecución de la música popular en la amenización de bailes y fiestas recibió la denominación de «El mago de la música bailable».

De igual forma, desde 1930 Luis Alfonzo Larraín se dio a conocer a través de la señal de la Broadcasting Caracas como lo hemos señalado, allí aquilató su destreza como instrumentista y director y una noche de 1939 estrena su orquesta de baile, convirtiéndose sin duda en la agrupación de la elite caraqueña, llevándole éste a la alta clase social, el llamado merengue “rucaneao”, que sólo se bailaba según Oscar Yánez en las casas de las llamadas “mujeres malas”, introduciendo así la música popular venezolana en los repertorios bailables. Según Rafael Osío Cabrices al referirse a Luis Alfonzo: “…metió la música de la calle, del patio, de la barraca, al gran salón y trajo a la calle, al patio, a la barraca, los ecos de los grandes escenarios gringos. Era un vaso comunicante de culturas y clases sociales que tenían en común las ganas de parrandear…”

Estos dos colosos, Billo Frómeta y Luis Alfonzo Larraín, se catapultaron como las principales atracciones de la nación, con una serie de producciones discográficas mensuales, que abarrotaron los negocios donde se vendían los pesados discos de pasta de 78 revoluciones, como “La Canastilla” y el “Reloj Musical” en Barquisimeto e inmediatamente las radioemisoras comenzaban a difundir cada nuevo lanzamiento musical.

El barquisimetano, Rafael Miguel López tuvo oportunidad en reiteradas ocasiones de alternar con estas afamadas orquestas, como en el año 1945 en la memorable celebración de los cuatrocientos años de la fundación de El Tocuyo, que por gestiones de la “Junta Pro-Tocuyo”, se había logrado que durante el lapso correspondiente a la celebración, la ciudad fuese declarada por la Junta Revolucionaria de Gobierno, como Capital de República simbólicamente. Para el baile de gala habían sido contratados Luis Alfonzo Larraín y Rafael Miguel López, pero esto fue sólo un aspecto de aquellos festejos, porque desde los arreglos para el coro eclesiástico de voces, dirigido por el Padre Otaegui, el acompañamiento musical de la solemnidad y la marcha triunfal con que entró Monseñor Dr. Enrique María Dubuc, a las ocho y media de la mañana al Templo de la Inmaculada Concepción, Catedral de El Tocuyo, toda aquella estela de armonías estaba bajo la responsabilidad de Rafael Miguel López Valera. Nos comentó en una ocasión, Monseñor José Esteban Monsalve, de nuestra más grata recordación que, para ese entonces, él aún era seminarista y por su inclinación hacia la música, era integrante del coro de voces que trémulo cantó en la Concepción, bajo la dirección del Padre Otaegui y los acordes del conjunto de Rafael Miguel, y que cuando en aquel Solemne Te-Deum del 7 de diciembre de 1945, llegó el momento de la comunión, el silencio contrito que dominaba la atmósfera de la antigua iglesia tocuyana, fue atravesado como dardo luminoso en noche despejada, por el arco del violín de Rafael Miguel López, quien ejecutó limpiamente desde lo alto del coro del templo, “La leyenda del beso” en un impresionante solo de violín, para sorpresa de la Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, quien a la salida del oficio religioso, fue conducido a la Plaza Bolívar, donde colocó una ofrenda floral ante el busto del Libertador, pronunciando un discurso alegórico a la magna celebración.

Orquesta de Luis Alfonzo Larraín, El Mago de la Música Bailable.

Llegadas las 10 de la noche de ese 7 de diciembre, se vistió de gala el amplio patio del Convento de Los Ángeles, que luego fue el Liceo Eduardo Blanco y en la actualidad es Casa de la Cultura “José ángel Rodríguez López” de El Tocuyo. Los corredores tanto de la planta baja como los de la planta alta, estaban ocupados por las mesas revestidas de sobria y elegante mantelería, una cuadrilla de mesoneros se esmeraba en la atención de los asistentes y frente a frente en los flancos norte y sur del cuadrilátero de los corredores, en dos tarimas la Orquesta de Luis Alfonzo Larraín y la Orquesta de Rafael Miguel López. Muchos de quienes habían tenido la noticia que Luis Alfonzo seria la orquesta invitada, dudaron que Rafael Miguel le diera una alternativa a la altura a la afamada y gran agrupación capitalina. Para ello Rafael Miguel López, alquiló dos de los mejores equipos de sonido que para un espectáculo de esta naturaleza existían en Barquisimeto, igualmente amplió algunas secciones de instrumentos para lograr más envolventes los efectos, que había preparado para aquel baile y al llegar a El Tocuyo alquiló otro sonido para darle técnicamente más potencia sonora a su orquesta. En cuanto al repertorio de igual manera preparó un extenso material pentagramístico y aún poco antes del baile le solicitó a músicos foráneos, su participación para que tocasen aquella noche.

Aquel baile, se inició bajo los acordes del “Tema de la Orquesta” de Luis Alfonzo Larraín compuesto por él especialmente para identificar a su agrupación al inicio de un baile, presentado seguidamente a Flor Díaz, siguiendo la particularidad de la que fue pionero, al presentar por vez primera una mujer vocalista en una orquesta bailable, como lo fue Graciela Naranjo y la barquisimetana Elisa Soteldo y al darle la alternativa a Rafael Miguel éste inicia su actuación con el vals “Héroe de Corpahuaico” del compositor tocuyano José Ángel Rodríguez López y para no quedarse por debajo de Luis Alfonzo, presenta el último el debut del “Trío Curarí” del Dr. Juan Ramón Barrios, las cartas estaban echadas y la rivalidad musical se inició. Luis Alfonzo le fue aumentado los números a los sets y Rafael Miguel también ya que se había preparado para ello y en pleno baile aún le llegaban a Rafael Miguel músicos de San Felipe, Duaca y otros lugares contratados para agrandar la orquesta en aquel histórico mano a mano musical. Rafael Miguel haciendo hincapié en guarachas, pasodobles y ritmos acordes al público de aquel escenario geográfico, conquistó a los presentes y a pesar de estar frente a la alternativa de Luis Alfonzo Larraín, “El Mago de la Música Bailable” como se le decía, llegó un momento en que muchos esperaban que volviera la orquesta de Rafael Miguel López para regresar a la pista de baile, ya que los arreglos de Luis Alfonzo cargados de mucho swing norteamericano, no fueron de la aquiescencia de la mayoría de los tocuyanos y notables pobladores circunvecinos de la época. Claro que Luis Alfonzo mantuvo la pista vibrante en cada presentación, pero con Rafael Miguel la pista se abarrotaba, como nos lo atestiguaron en su momento algunos de los presentes en aquel legendario baile. A cada nueva salida de Luis Alfonzo más largos eran los sets y Rafael Miguel igualmente prolongaba los suyos, terminando el baile a las siete de la mañana del día siguiente, siendo ovacionado Rafael Miguel López por los presentes. Al concluir el baile, Luis Alfonzo Larraín en gesto de admiración y reconocimiento, invita a Rafael Miguel a tomarse una botella de brandy a las afueras de El Tocuyo, en una conversación donde, “El Mago de la Música Bailable” le dijo que se fuera para Caracas, que estaba perdiendo el tiempo en el interior con esa orquesta fabulosa que conducía y Rafael Miguel luego de agradecerle sus conceptos, le dijo que no podía irse a Caracas, porque lo que había hecho en el baile, fue gracias a los músicos y estos no eran músicos de profesión, eran zapateros, carpinteros, relojeros, sastres y de otros oficios y aunque si eran músicos y leían música, ninguno iba a abandonar sus quehaceres, para aventurarse en una empresa incierta como era, irse a otro lado a probar suerte. Luis Alfonzo, le insiste y le propone ayudarlo para las contrataciones, pero igualmente Rafael Miguel mantuvo la posición de su tesis.

Reseña una nota de prensa que nos obsequiara el Doctor Enrique Rodríguez Jiménez correspondiente a la época y al referido baile: “…Luis Alfonzo Larraín y Rafael Miguel López comandaron los grupos melódicos habiéndose batido, en un toma y dame cumbanchero hasta las cinco de la mañana. No adelantamos ni aseguramos nada, pero los criollos de Rafael Miguel al recibir la alternativa de manos del Mago de la Música Moderna, cumplieron una tarea admirable que superó la labor del maestro, según lo demostraron los aplausos del distinguido y selecto público. Regionalismo dirán unos. Justicia diremos nosotros…”

Rafael Miguel López y su Orquesta de las Simpatías.

En consecuencia, el éxito alcanzado por Rafael Miguel López indudablemente fue avasallante y al respecto comenta, en su obra “Luis Alfonzo Larraín, el mago de la música bailable” Ángel Vicente Marcano: “…La Orquesta de Luis Alfonso Larraín actuó en la fiesta del cuatricentenario de El Tocuyo, a la cual asistió la Junta Revolucionaria de Gobierno en Diciembre de 1945, debido a la importancia de esta ciudad y por ser ella una de las primeras ciudades que en el país le celebraron este tipo de fiesta. El baile se celebró en lo que ellos llamaban El Convento, que luego fue una de las pocas casas que se salvó del terremoto del 3 de agosto de 1950. Allí Luis Alfonso con su grupo alternó con la Orquesta de Rafael Miguel López, uno de los grupos musicales de Barquisimeto, cuya música fue más apreciada que la de la orquesta capitalina, pues obviamente no estaban acostumbrados al sonido de este tipo de orquesta…”

Así, se construye la historia de los pueblos, con sus protagonistas, con esos acontecimientos, que como eslabones, van tejiendo la urdimbre del acontecer historiográfico que perpetua el devenir de épocas pretéritas, como este mano a mano entre estos dos colosos de la música venezolana. Luis Alfonzo Larraín falleció en Caracas el 4 de julio de 1996 y Rafael Miguel López falleció en Barquisimeto el 28 de febrero de 2002.

Barquisimeto, domingo 06 de agosto de 2023.

Fuentes Consultadas:

Aveledo, C. (2002) El Silbato del Amolador. Tipografía y Litografía Horizonte. Barquisimeto. Venezuela.

Balliache, S. (1997) Jazz en Venezuela. Grupo Editorial Ballgrub C.A. Caracas. Venezuela.

La Venciclopedia (2022) Luis Alfonzo Larraín. [Artículo en Línea] Disponible en: https://www.venciclopedia.org/index.php?title=Luis_Alfonzo_Larrain [Consulta: 2023, agosto 04]

Molano, C. (2018) Luis Alfonzo Larraín. – Magistral. [Artículo en Línea] Disponible en: http://www.encuentrolatinoradio.com/2020/07/luis-alfonzo-larrain-magistral.html [Consulta: 2023, agosto 04]

Orellán, J. (2001) Luis Alfonzo Larraín «El Mago de la Música Bailable». [Artículo en Línea] Disponible en: http://salsa2u.freeservers.com/luisalfonzolarrain.htm [Consulta: 2023, agosto 04]

Salazar, R. (2009) Caracas Espiga Musical de Venezuela. Edición Especial 70 Aniversario Banco Central de Venezuela. Fundación Tradiciones Caraqueñas. Altolitho C.A. Caracas. Venezuela.

Wikipedia (2022) Luis Alfonzo Larraín. [Artículo en Línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Alfonzo_Larrain [Consulta: 2023, agosto 04]

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