Desde el año pasado, áreas adyacentes a la quebrada el Tomo, en la parroquia Agua viva del municipio Palavecino están siendo invadidas por un grupo de personas quienes, según lo señalado por algunos vecinos cercanos, ”vienen desmalezando, talando y quemando gran parte de los bordes de protección y el centro mismo de la quebrada”
La situación, además de ser un delito ambiental, es también una amenaza para los vecinos por cuanto en temporadas de lluvia, complicaría la situación para quienes, aguas abajo, viven en el epicentro del mayor poblado de la ya conocida zona del propio pueblo de Agua Viva.
Orlando Celís, vecino al lugar, denunció como han alterando gran parte del paisaje y la vegetación de bosques aledaños a la quebrada. “Peor aún, el hecho ocurre en una zona protectora justo entre los linderos con el Parque Nacional Terepaima, detrás del núcleo de la escuela de Agronomía de la Ucla”
Otros vecinos, quienes por temor a represalias se negaron a dar sus identidades, confirmaron que: “desde muy temprano, se escucha a la gente cortando la vegetación hasta casi final de la tarde”.
Añadieron que la denuncia la han dejado circular en distintos canales de televisión regional, sin que hasta el presente se haya dejado ver alguna autoridad sobre el sitio, que tiene acceso por el sector Vallecito Este. También se desconoce si algún consejo comunal circundante al lugar del evidente ecocidio, haya canalizado una denuncia formal.
Por tal razón, el llamado va dirigido urgentemente a alguna autoridad ambiental que haga una inspección y verifique los evidentes daños creados por la irresponsabilidad de algunas personas, quienes aprovechando la poca vigilancia y control, sobre esta franja protectora de la populosa quebrada, vienen extendiendo su arremetida acercándose, paradójicamente, al puesto de Inparques.
Con información de José Luis Sotillo J.
Foto cortesía: Orlando Celís.