Fernando Antonio Infante (48), recluido en el centro penitenciario David Viloria por robo agravado y porte ilícito de arma, desde 2017, murió este 5 de noviembre en una camilla del Hospital Central Antonio María Pineda (Hcuamp), de Barquisimeto, en condiciones deplorables.
Así lo denuncia su hija, explicando que su salud se había deteriorado por la mala alimentación que recibía y por la mala atención que le dieron en el lugar solo por ser un privado de libertad.

“Antes de que muriera intenté entrar tres veces para verlo pero no me dejaron. Cuando entré como al mediodía lo veo y no reaccionaba, estaba pálido, su boca estaba blanca, no me hablaba”, recordó Estefany Infante.
Cuando pudo entrar para ver a su progenitor, había un papelito junto a su cuerpo que decía “llevar a la morgue”.
Fernando Antonio le habría dicho a su hija hace un mes y medio que tenía mucha tos y que necesitaba un remedio. Ella se lo llevó en una visita, sucesivamente observaba cambios en él. “Cuando uno lo veía siempre estaba más deteriorado, al final no era ni la cuarta parte de lo que era, no se podía ni parar”, lamentó.
Los doctores le dijeron que podía ser tuberculosis, pero como él no podía ni escupir, no pudieron tomar muestra de saliva para hacerle la prueba, contó la dama.
Estefany insiste en que “Lo discriminaban por ser preso, decían que era posible que tuviera VIH”. Narró que el David Viloria solo le daban agua de arroz y pasta, y que cuando la familia le llevaba alimentos, como que nunca les llegaban.
El hoy occiso fue detenido por la GNB. Estuvo cuatro meses detenido en el Destacamento 121 ubicado en la avenida Morán hasta que fue condenado a siete años de prisión.