El demócrata Joe Biden estaba al borde de ganar la presidencia el viernes al obtener estrechas ventajas sobre el presidente Donald Trump en los estados cruciales de Georgia y Pensilvania.
Biden se encontraba en una posición más fuerte para obtener los 270 votos del Colegio Electoral, el mínimo necesario para llegar a la presidencia. El ganador gobernará un país que enfrenta desafíos sin precedentes: una pandemia resurgente y una profunda polarización política.
Biden supera a Trump por más de 9.000 votos en Pensilvania y más de 1.500 en Georgia al comenzar el tercer día después de la jornada electoral sin que se sepa quien será el líder del país durante los próximos cuatro años. La prolongación de proceso acentuó la ansiedad de un país donde las divisiones raciales y culturales se ahondaron durante la campaña.
El candidato demócrata se encontraba en su casa en Wilmington, Delaware, al avanzar el recuento. Sus colaboradores dijeron que hablará al país por la noche, en horario estelar. Trump se encontraba en la Casa Blanca mientras los resultados llegaban lentamente, acrecentando la ventaja de su rival en Pensilvania.
En tanto, la campaña de Trump guardaba silencio, en agudo contraste con la víspera, cuando proyectó optimismo en una teleconferencia matutina y anunció demandas en estados clave en una serie de conferencias de prensa organizadas a las apuradas.
Trump está ensayando hasta dónde puede llegar en el uso de los poderes presidenciales para socavar la confianza en la votación.
El jueves, formuló acusaciones infundadas de fraude para sostener falsamente que su rival intenta hacerse del poder. Es algo sin precedentes que un presidente estadounidense siembre dudas sobre el proceso democrático.
“Es un caso en el que tratan de robar una elección, tratan de amañar una elección”, dijo Trump desde el podio de la sala de prensa de la Casa Blanca.
Biden por su parte trató de distender la situación y proyectar una imagen más tradicional del liderazgo presidencial. Después de recibir información sobre el coronavirus, declaró que “se debe contar cada voto”.
“Pido que todos conserven la calma. El proceso funciona”, dijo Biden. “Es la voluntad de los votantes. Ningún otro decide quién elige al presidente de los Estados Unidos de América”.
Trump no dio señales de ceder, y alrededor de las 2.30 de la mañana insistió por Twitter que “¡la Corte Suprema de Estados Unidos debe decidir!”