Reclusas del anexo femenino del Centro Penitenciario David Viloria (Uribana) ubicado en Barquisimeto, estado Lara, claman por atención médica, después que aproximadamente siete de ellas recibieran golpizas en una revuelta por agua, según contó una fuente familiar que se comunicó con El Informador.
Una de las heridas aparentemente se encuentra en estado de gravedad tras ser apuñalada en el antebrazo izquierdo y en la pantorrilla. Esto ocurrió el 3 de noviembre cuando la mujer se disponía a buscar agua, pero las custodias no lo permitieron.
En ese momento la privada de libertad corrió a buscar auxilio con el resto de las mujeres del anexo e iniciaron una revuelta.
La fuente insistió en que ese día, unos 19 funcionarios del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC), en su mayoría hombres, entraron, golpearon a las detenidas y dispararon perdigones.
La reclusas habían aprovechado la oportunidad para iniciar una protesta para exigir su derecho al agua, por la que han tenido que pagar en dólares los últimos meses.
Alunas de ellas fueron controladas y llevadas al área de castigo, presuntamente conocido como “el tigre”, contaron.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) señaló en una nota de prensa que fueron contactados por familiares que también contaron una historia similar, agregando que a las mujeres “les propinaron choques eléctricos y posteriormente fueron encerradas en una celda de castigo conocida como “el tigrito”… en la mencionada celda, se desbordaron las cloacas y las víctimas tienen dos días durmiendo entre heces, así como tampoco les han suministrado alimentos”, reseñaron.
El Informador pudo conocer que la detenida, presuntamente herida por arma blanca, recibió agua con sal en la lesión para torturarla.
“Necesitamos que las saquen el medico, queremos denunciar a los funcionarios del GRIC, están sin agua, sin luz”, agregó la fuente consultada.
Algunas de las detenidas tendrían hematomas en diferentes partes del cuerpo, como espalda y rostro. “No soportan el dolor”, dijo.
Las reclusas no reciben atención médica supuestamente desde hace 2 meses y 20 de ellas tienen enfermedades previas que ameritan ser tratadas.
“Hacemos un llamado directora general ya que a la del establecimiento no la dejan ingresar porque esta intervenido por el masculino, ni una femenina, están violando los derechos humanos”, finalizó.
E. De Sousa
Foto Archivo
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