Israel anunció este lunes que endurecerá la supervisión de sus exportaciones tecnológicas, luego de una serie de escándalos en torno a la compañía israelí de spyware NSO Group.
Los países que adquieran cibertecnología israelí deberán firmar una declaración prometiendo que usarán los productos “únicamente para la investigación y prevención de actos terroristas y crímenes de gravedad”, indicó el Ministerio de Defensa israelí en un comunicado.
Los países que violan esas condiciones, añadió, podrán ser sujetos a sanciones, “incluyendo la limitación del sistema o su desconexión”.
El anuncio no menciona a NSO. Pero surge pocos días después de revelarse que 11 empleados del Departamento de Estado de Estados Unidos fueron hackeados con spyware de NSO. Todos los empleados estaban ubicados en Uganda y entre ellos habían oficiales del servicio exterior, informó una fuente enterada del tema que pidió permanecer en el anonimato.
Es la primera vez que se reporta que el spyware Pegasus de NSO Group fue usado contra personal estadounidense.
El mes pasado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos prohibió todo uso de tecnología estadounidense por parte de NSO. Esa medida despertó dudas sobre la situación financiera de NSO y su posibilidad de sobrevivir, y la compañía ha reconocido que está tratando de lograr que Washington revoque la medida.