El Tocuyo, “Ciudad Madre”, centro de expansión del que partieron las expediciones que dieron origen a la urbanización de la región. Fue capital de Venezuela desde 1546–hasta 1576. Primera ciudad de Venezuela fundada en tierra firme con carácter de permanencia.
“Ciudad de los Lagos Verdes y de los Siete templos”. La Ciudad Madre de Venezuela ubicada en valle fertilizado por las aguas del rio Tocuyo, fue fundada el 7 de diciembre de 1545 por Juan de Carvajal con el nombre de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Inmaculada Concepción de El Tocuyo.
Primera ciudad continental del país, crece y se enriquece a través del esfuerzo de sus primeros habitantes, El Tocuyo, desde sus orígenes, la suma de ideales y las voluntades de sus hijos y de “extraños” con los que -como lo proclama su himno comparten “su pan”, españoles, portugueses, italianos, chinos, árabes que se convierten también, en tocuyanos.
A partir de 1563 y con el título de “muy Leal Ciudad de El Tocuyo”, es sede de los primeros telares manejados por indios tejedores que produjeron el célebre “Lienzo Tocuyo”; además, y de manera notoria, la zona comienza a caracterizarse por su desarrollo económico, particularmente a través del cultivo de la caña de azúcar y de la cría de ganado.
Aunado a este desarrollo económico, la “Ciudad Madre” va madurando social y culturalmente convirtiéndose en cuna de notables maestro, periodistas, poetas y músicos.
En el corazón del Occidente
Ruta obligada en el paso hacía diferentes regiones, desde sus orígenes El Tocuyo se estableció como punto estratégico y seguro, a salvo de piratas y corsarios. En el centro de Occidente, a 620 metros sobre el nivel del mar, reposa la ciudad de los Lagos Verdes en un valle ubicado en las estribaciones de la Cordillera Andina bañada por el río Tocuyo que hace de ella tierra fértil a pesar de estar en una zona cálida y seca.
Tocuyanos: la resurrección
Consecuentes y comprometidos, muchos de los hijos de El Tocuyo optaron por contribuir a la “resurrección” de la ciudad; fue este el caso de José Rafael Colmenares Peraza, miembro de unas de las familias más prominentes, quien se encontraba en Caracas terminando sus estudios de Derecho y a punto de aceptar una oferta de trabajo en uno de los mejores bufetes de la capital.
Pero Ese era el momento mágico en que El Tocuyo, debilitado por el terremoto necesitaba hacer acopio de la fuerza esencial que sólo su gente era capaz de entregarle; y así, el joven abogado decide consagrar sus esfuerzos y sus sueños a su tierra. Pone solo manos, sino el corazón a la obra de la reconstrucción de El Tocuyo modernizando la producción de caña.
Abogado, recién graduado, que va a fungir ingeniero, promotor, emprendedor. Es uno de los artífices del nacimiento del Central Azucarero Tocuyo, una agroindustria orientada a incorporar valor agregado a la producción agrícola más importante de la localidad: la caña de azúcar
«Muy mala suerte con gobernantes»
El Tocuyo ha tenido muy mala suerte con sus gobernantes. Los últimos alcaldes que han pasado por aquí no han podido hacer absolutamente nada. Un conglomerado industrial que no arranca. No se han instalado empresas para dar la fuerza empleadora que requiere la ciudad. Lo único nuevo que se ha instalado en la Zona Industrial de El Tocuyo ha sido un comando de la Guardia Nacional Bolivariana.
La empresa Nestlé a pesar de los problemas que ha tenido sigue allí brindando empleo necesario para una buena parte de padres de familia; la Azucarera Pío Tamayo, está convertida en un latero y ahora irán a la calle 220 trabajadores, porque el llamado Consorcio a quien se la entregó el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura y Tierra no tiene reales y tampoco hay caña para moler.
Pedro Timaure