La vida de Thailith Rosimar Rodríguez Cabrera, de 31 años de edad, se apagó la madrugada del 1 de enero en Siquisique, municipio Urdaneta del estado Lara; habían pasado solo dos horas del año nuevo cuando decidió darle los mejores deseos a sus amigos, sin imaginarlo, al cruzar la calle, fue embestida por un vehículo conducido, presuntamente, por Duglas Elieser Quero Ulacio (27), quien minutos antes había cometido un terrible crimen y escapaba a toda velocidad.
Según un reporte policial al que tuvo acceso EL INFORMADOR VENEZUELA, desde aquel fatídico día, el Eje de Homicidios del Cicpc de la entidad busca al sujeto que iba a bordo de ese vehículo, por dos muertes, la primera de ellas fue reportada en el caserío Quebrada Arriba, donde había fallecido Samir José Vargas Méndez (33), asesinado a machetazos.
Méndez, murió de dos heridas abiertas en la cabeza tras ser atacado por la espalda en medio de una discusión con Quero Ulacio, ambos eran cuñados, y el origen de la disputa no pudo ser determinado por este medio.
El homicida escapó después de ese momento, de acuerdo con las versiones policiales, subió a un automóvil tipo camión 350, color blanco, de placas 18SYAA.
En la huída, cuando conducía por la avenida Comercio, entre calles 6 y 7 del pueblo de Siquisique, atropelló a Thailith, una enfermera que todavía festejaba la llegada de año nuevo.
«Él iba a exceso de velocidad y observamos que hizo un desvío, parece que lo hiciera a propósito y le da a mi prima, sin darle chance de nada, la arrastra y continua, ni siquiera se levanta para llevarla a un centro asistencial», contó a El INFORMADOR, Fretzalet Meléndez, pariente de quien fue la segunda víctima de una noche oscura en Urdaneta.
Meléndez, como familiar pudo conocer detalles del hecho a través del vídeo de las cámaras de seguridad de la zona.
«En el pueblo mucha gente lo vio, como iba, como andaba, estuvo a punto de llevarse por delante a otro primo que iba pasando en su camioneta, sin saber que iba en camino, a segundos de matar a nuestra prima», agregó.
«El carro maldito»
El hombre abandonó el vehículo en otro caserío en las afueras del pueblo, destruyendo evidencias, faros y frenos, dejando el carro casi inutilizable. Para cuando llegó al sitio el Cicpc, no lo podían mover por los desperfectos mecánicos que había ocasionado.
Un familiar de la mujer arrollada, entre sufrimiento y el dolor por la pérdida, también tuvo que ayudar a las autoridades a trasladar el vehículo a Barquisimeto para las experticias, ya que era el único mecánico en el pueblo.
«Les hicimos el favor de llevar el carro maldito«, narró Fretzalet.
Ese familiar que se encargó del favor, también primo de la víctima impactada en el escape, se trasladó a la ciudad en el automóvil junto a la esposa del Samir José, el primer fallecido en los hechos de esa noche.
La joven arrollada debió ser enterrada a las 2:00 de la mañana porque su cuerpo se descompuso muy rápido. El diagnóstico en la morgue reveló detalles desvastadores, sufrió hemorragia interna, desprendimiento de columna, estallido del hígado, politraumatismo generalizado y desprendimiento del pie derecho.
«Era el pilar de la casa»
Thailith, nacida en Barquisimeto y criada en Siquisique, se encontraba estudiando Medicina y le faltaba un año y medio para graduarse, a pesar de contar con siete años ejerciendo como enfermera, quería superarse. Criaba a dos hijos, ambos menores de edad, un varón de 10 años y una niña de 7, ambos residían con ella y con sus abuelos.
«Ella estaba separada de su esposo, sacaba a sus hijos adelante sola, era el pilar de esa casa, tanto para sus hijos como sus padres, su mamá tiene una parálisis facial y su papá había tenido un accidente», aseguró Fretzalet Meléndez.
Fretzalet contactó a El INFORMADOR VENEZUELA vía Instagram y después narró su versión del caso, manifestando el deseo de la familia: que se haga justicia.
Enmanuel De Sousa (@enmanueldsousa)
Fotos: Cortesía y Autorizadas por familiares de Thailith Rodríguez