La jornada de tensión que se vivió en el Capitolio de Estados Unidos provocó la muerte de al menos cuatro personas. La primera víctima que se conoció fue la de Ashli Babbitt: una fiel seguidora de Donald Trump y veterana de las Fuerzas Armadas nacionales.
Babbitt formaba parte del grupo de manifestantes que irrumpió en el Capitolio y recibió un disparo por parte de miembros de la policía en uno de sus hombros.
La identidad de la mujer no había sido confirmada por las autoridades hasta que la propia familia se comunicó con el diario New York Post para dar a conocer lo ocurrido en el Capitolio.
La suegra de la víctima brindó una entrevista a ese medio y expresó: “Estoy entumecida. Estoy devastada. Nadie de DC notificó a mi hijo y nos enteramos en la televisión”.
Ashli vivía cerca de San Diego, ciudad situada sobre la costa oeste, al sur de California. Atravesó el país para estar presente en Washington y unirse a las protestas en apoyo a Donald Trump.
En su cuenta de Twitter, Babbitt se presentaba como excombatiente y libertaria y, recientemente, había compartido diversas publicaciones en favor del presidente saliente. También publicó numerosos mensajes de personas que viajaban a Washington para responder al llamado de Trump.
El martes, Ashli Babbitt respondió a alguien que se quejaba de la anulación de su vuelo: “Nada nos detendrá. Ellos pueden intentar, intentar e intentar, pero la tormenta está aquí. Está descendiendo sobre Washington DC en menos de 24 horas. De la oscuridad hacia la luz”.
Con información de El Nacional
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