Rusia lamentó este jueves 7 de febrero no haber sido invitada a la reunión del Grupo de Contacto Internacional que se lleva a cabo este mismo día en Montevideo, Uruguay, para buscar una salida a la crisis en Venezuela.
«Esperábamos que Rusia pudiera participar (…) al menos como país observador, pero nos dijeron que un formato así no estaba previsto para nadie», declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, a la agencia de noticias RIA Novosti.
«Esperamos mucho y nos gustaría creer que el encuentro en Montevideo se saldará con una importante contribución política, intelectual y creativa a la solución real de los problemas en Venezuela», afirmó.
Riabkov puso de relieve sin embargo la «preocupación» de Rusia ante las informaciones que señalan que en esta reunión «se acordará menos atención de la que estaba prevista al diálogo y la solución intervenezolanos».
También advirtió sobre los intentos de «presiones contra las autoridades legítimas en Caracas» que harán, según él, de esta reunión internacional «otra oportunidad fallida» para encontrar un desenlace a la crisis venezolana.
Y es que el Krenlim ha fustigado antes a los países de la UE que reconocieron a Guaidó, acusando injerencia «directa e indirecta» en asuntos internos de Venezuela, toda vez que no es su competencia «imponer una solución o legitimar el intento de usurpar el poder», dijo en su rueda de prensa el portavoz Dmitri Peskov.
La Unión Europea (UE), ocho países del bloque y cinco de América Latina se reúnen este jueves en la capital uruguaya con el fin de «contribuir a crear las condiciones para que surja un proceso político y pacífico» a la grave crisis política que sacude a Venezuela, según una fuente diplomática europea.
Inicialmente convocada por México y Uruguay como un encuentro de «países neutrales», este se transformó en una reunión del Grupo de Contacto Internacional lanzado por la UE a finales de enero en Bucarest, y del que también forman parte cuatro países latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay).
Juan Guaidó es reconocido por unos 40 países como presidente interino de Venezuela.
Nicolás Maduro, que cuenta por su parte con el respaldo de Rusia, China, Cuba, Bolivia, Corea del Norte, Irán, varios países africanos y del Caribe, y Turquía, rechazó el ultimátum de la UE para convocar elecciones presidenciales anticipadas y acusa a Washington de orquestar un golpe de Estado.