La covid-19 no sólo confinó a la población, sino que cambió la dinámica familiar, social y de grupo. Sobre todo, en el ámbito educativo en donde el enseñanza-aprendizaje se desarrolla a distancia.
De diez niños consultados por El INFORMADOR VENEZUELA nueve prefieren ir a la Escuela. Andrea Meléndez, estudia cuarto grado y dijo que extraña la escuela y que la enseñe su maestra porque aprende más.
Además, comparte con sus amigos durante el tiempo de recreo. Asimismo, Eleana Camacaro prefiere ir al colegio, “es más fácil, se aprende más rápido”. Al igual que Andrea comparte con sus amigos.
Alex Montilla, estudio quinto grado y no tiene problema con la modalidad a distancia y le gustan todas las materias y cumple con todas las tareas, dijo.
Aunque –acotó- “la maestra exagera, manda mucha tarea, y me duelen las manos de tanto escribir”.
No ha sido fácil
Para los padres y representantes tampoco ha sido fácil quienes, se han visto obligados a ser docentes.
No obstante, un docente es un profesional que adquiere herramientas pedagógicas para enseñar. Además, tiene algo intrínseco: vocación.
Las tareas dirigidas son una opción. Sin embargo, no todos los padres pueden costear el gasto, el tema del horario, a veces se complica dice Elvira, pidió llamarla con solo un nombre.
Vive en El Coreano, oeste de Barquisimeto, tiene dos hijos uno de ellos adolescente, estudia séptimo grado, y dos nietos en edad escolar a quienes debe ayudar porque su hija es sordomuda.
“Es un estrés muy fuerte”, porque además hay quehaceres en el hogar, resolver carencias”. Suele pasar que los niños están haciendo tarea y llega el agua, y hay que salir corriendo. O preparar la comida antes que corten la electricidad, porque tampoco hay gas. Es mucha angustia, manifestó.
Las abuelas son buenas aliadas, Como Ana Graciela Dum, quien no sólo tuvo que volver a estudiar sino ponerse al día con la tecnología.
“Mi nieto, de 11 años, me enseñó a usar la Tablet y a investigar en internet. Les mandan demasiada tarea”.
“Modalidad a distancia siempre ha existido”
Respeto a la educación a distancia, el psicólogo clínico infantil, Carlos Viscuña, @psicociclovital, considera que han formado matrices de opinión “sesgado”, pues tiene que ver con la postura de vida, un proceso de madurez.
“No verla como buena o no tan favorable, sino que la modalidad a distancia siempre ha existido”. Sin embargo, es un mecanismo que requiere autogestión del estudiante en la cual el profesor es un docente tutor.
Lo que se ve actualmente, es el reflejo de las aulas de clases en el país. Al no contar con una red educativa eficiente.
Los maestros no estaban preparados para ser docentes tutores e impartir clases mediante la tecnología en tiempo real. “Eso es lo que preocupa”, expresa Viscuña.
El grueso de las actividades es administrativo y se complica si en el grupo familiar hay tres niños de diferentes grados, porque los padres no cuentan con las herramientas. Cada familia es diferente. Ese proceso enseñanza-aprendizaje exige organización.
Es una situación compleja ante la ausencia de políticas que apunten a una educación de calidad. “Lamentablemente para el régimen la educación no es prioridad”, cuestiona.
A su juicio, el sector público es el más afectado, porque en el privado han adquirido plataforma tecnológica, incluso, para atender a los empleados mientras “la educación pública está en el subsuelo y los educadores sobreviven”.
Viscuña no ofrece cifras, pero asegura que el número de consultas ha aumentado demasiado. Los padres preguntan cómo hago para organizar los horarios, desarrollar habilidades, porque seis s haciendo tareas es mucho tiempo, acota el experto.
@auritarosacastillo
Fotos referenciales: cortesía Norelis González/ARCG