Este martes, Nicolás Maduro, prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2022, la llamada ley de estabilidad e inamovilidad laboral, que prohíbe el despido de trabajadores del sector privado y público.
El régimen de inamovilidad es severamente criticado por el sector privado, que sostiene que la imposibilidad de despedir a trabajadores afecta la productividad de las empresas al verse obligados en muchos casos a mantener en sus nóminas a empleados negligentes.
Maduro indicó que la inamovilidad laboral y otras medidas se centran en la “protección de la vida laboral y económica del país” y procuran estimular la producción en Venezuela, que cursa su sexto año en recesión, e incluso antes de la pandemia, sus habitantes ya padecían de bajos salarios en un escenario de inflación de cuatro dígitos.
Entre las medidas se destaca la prohibición de «desalojo forzoso para proteger a la familia, emprendedores y pequeños comerciantes”; la exención del pago de impuestos sobre la renta hasta el 31 de diciembre de 2022, siempre y cuando declaren los ingresos exentos.
Maduro además aprobó la extensión de la prohibición de ejecutar garantías de créditos hasta septiembre de 2021 y reclasificar el riesgo crediticio de los deudores. “Sería injusto degradar la clasificación de riesgo crediticio de cualquier deudor por la pandemia”, acotó.
El mandatario también anunció que en abril se reactivarán un conjunto de bonos especiales que beneficiarán a 2,1 millones de trabajadores de las empresas del sector privado y al menos cuatro millones de trabajadores informales. Maduro no mencionó monto alguno de los bonos./SYGA
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