Cuando el diseñador y productor de videojuegos japonés Shigeru Miyamoto, creó hace 40 años a Mario Bross, el plomero que rescata a la princesa, no era más que un puñado de píxeles sin nombre o acento italiano. No se imaginó que el protagonista de uno de los videojuegos más famosos del mundo crecería tanto.
Sin embargo, ahora el personaje debuta en los cines como protagonista de «Super Mario Bros.: La película», una nueva producción animada del gigante Universal Pictures.
«Ni yo me imaginaba que Mario crecería tanto», dijo a AFP. «Es como ver una ilustración bidimensional salir del papel y convertirse en un títere en 3D; y luego cobrar vida y convertirse en un humano», expresó Miyamoto.
La producción llega a los cines luego de recientes y exitosas adaptaciones de videojuegos como «The Last Of Us». Y es el segundo intento de llevar a Mario a la pantalla grande, luego de la desafortunada película con actores reales de 1993.
En aquella época, Nintendo cedió la libertad creativa a los productores de Hollywood, que desarrollaron una fantasía distópica en el reino de un dinosaurio.
Esta vez el gigante japonés asumió protagonismo. Nintendo envió al propio Miyamoto para coproducir la película junto a Chris Meledandri, fundador del estudio Illumination, que tiene en su catálogo éxitos como «Mi villano favorito» y los populares «Minions».
¿De qué trata?
El resultado es una colorida cinta de acción que transcurre a un ritmo frenético para agradar a los niños, y que está llena de detalles y referencias que generarán nostalgia entre los fanáticos que crecieron con Nintendo.
Incluso ofrece una historia de contexto sobre sus héroes.
Los hermanos Mario y Luigi, que luchan por sacar adelante su incipiente negocio de fontanería en Nueva York, intentan salvar a la ciudad de una crisis de inundaciones, pero son arrastrados por una tubería verde.
Mario termina en el Reino Champiñón, donde tendrá que rescatar a su hermano de las garras de su gobernante y antagonista, Bowser.
De acuerdo con Miyamoto, la idea de crear una película surgió de un importante cambio estratégico que Nintendo adoptó hace una década; para hacer que sus juegos estuviesen «más enfocados en sus personajes».
Hasta entonces, más allá del conocido «¡Wahoo!» de Mario, los diseñadores de Nintendo no agregaban «nada extra o innecesario» a sus personajes. Ello, porque «no sabíamos en qué tipos de juegos serían utilizados» después.
Pero «queríamos que quienes no fuesen adeptos a los videojuegos pudieran reconocer nuestros personajes», explicó Miyamoto.
El «cambio en la dirección» también derivó en los parques temáticos que Nintendo abrió recientemente en las ciudades de Osaka y Los Ángeles, con la promesa de nuevas atracciones. El «Spielberg» de los videojuegos.
Fuente: La Razón