La cantante estadounidense, Britney Spears, explicó que a lo largo de su adolescencia, su padre Jamie Spears, la llamaba a menudo “gorda” y que ella nunca se planteó si era lo suficientemente guapa para ser famosa hasta que su controladora familia empezó a presionarla para que fuera “perfecta”.
“Una de las cosas que más me duele es que siempre me decían que estaba gorda y que nunca era lo suficientemente buena. Mi padre siempre me hizo sentir que tenía que intentarlo, intentarlo, ¡intentarlo! A lo grande. Arruinó la semilla profunda de mi existencia, la semilla que me hacía sentir hermosa como cuando tenía 13 años. Mi confianza, mi diálogo interior, y sí, incluso mi vida sexual… ¡todo completamente arruinado!”, dijo.
Spears, cree, que sus días de “rebeldía” se debían al hecho de que siempre “tenía que ser perfecta y bonita, me fui a los extremos y me volví salvaje”, añadió.
Por suerte, la cantante ha podido recuperar la seguridad que sentía antes de empezar a trabajar en el ‘Club de Mickey Mouse’ a los 12 años, aunque insiste en que el daño psicológico que le causó su padre siempre estará ahí.
Fuente: 800noticias