El gobierno chileno anunció este lunes la extensión del cierre de sus fronteras decretado en abril hasta el próximo 30 de junio para tratar de contener la pandemia por la COVID-19, la cual tiene a la nación austral en cuarentena pese a su avanzada vacunación.
El cierre de fronteras afecta a los turistas que ingresen al país, pero también a los nacionales y extranjeros residentes, que solo pueden viajar en casos excepcionales, como urgencias médicas o razones humanitarias.
La medida está vigente desde el 1 de abril, cuando la segunda ola empezó a desbocarse tras las vacaciones veraniegas, y solo puede decretarse si hay Estado de Excepción Constitucional, que caduca precisamente el 30 de junio y cuya renovación aún está en el aire.
El Estado de Excepción Constitucional, que al Gobierno le gustaría renovar por tres meses más, permite también establecer cuarentenas y el toque de queda, que ahora mismo rige de 22.00 horas a 5.00 horas.