Cerca del 10 % de la población mundial enferma anualmente y unas 420.000 personas mueren por ingerir alimentos contaminados, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, que se celebra hoy.
«Más de 200 enfermedades están causadas por el consumo de alimentos contaminados y los niños menores de cinco años corren el mayor riesgo, con 1 de cada 6 muertes por diarrea causada por comida insalubre», detalló a EFE el responsable de Inocuidad Alimentaria de la FAO, Jorge Pinto.
Para el organismo de la ONU, las condiciones de insalubridad y de falta de acceso a comida segura, sumada a los desastres climáticos, el rápido crecimiento de la población mundial, las migraciones forzosas y lo conflictos humanos seguirán profundizando su impacto en la interdependencia mundial de los sistemas agroalimentarios, demostrando su «fragilidad».
Lejos de reducirse este impacto, el aumento de las temperaturas o la subida del nivel del mar pueden «alterar la calidad del agua y su suministro provocando enfermedades», además de disminuir la producción de «alimentos e interrumpir sus suministro», incrementando también el riesgo de consumir alimentos contaminados y el contagio de enfermedades, alertó Pinto.
Además, la comida «insegura» frena el desarrollo y la productividad anual de los países de bajos y medios ingresos, con un impacto económico global negativo de unos 95.000 millones de dólares, según los datos de la FAO.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, la FAO ha lanzado una web para que granjeros y negocios de alimentación, especialmente de países de bajos ingresos, puedan seguir una serie de recomendaciones para mejorar la higiene y calidad de sus productos.
Esta herramienta, basada en el «Codex Alimentarius» de la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS), está inicialmente disponible en inglés, español y francés, e incluye, entre otros, consejos sobre cómo lavarse las manos o el tipo de vestimenta a utilizar en lugares de producción de alimentos.
«La concienciación de los consumidores y la educación general sobre inocuidad alimentaria suelen ser escasas en los países en desarrollo. Invertir en capacitación y formación es esencial para aumentar la seguridad de los alimentos en el mundo», explicó Pinto.
Las tecnologías de los alimentos, «si se aplican correctamente», tendrán un papel clave en el proceso de implementación de redes de comida más saludables en los países menos desarrollados y «ayudarán, por ejemplo, a que el consumidor sepa si el agua o un producto son seguros, disminuyendo la presencia de enfermedades de transmisión alimentaria», añadió.
La FAO acoge también hoy una diálogo sobre los estándares de calidad alimentaria en el que participan científicos expertos y líderes políticos de distintos países, como el ministro de Economía de Costa Rica, Francisco Gamboa, o el subsecretario de Seguridad Alimentaria de Estados Unidos, José Emilio Esteban.