Una menor de tres años de edad murió este lunes 6 de junio tras caer del octavo piso de un edificio mientras se encontraba en un apartamento que funcionaba como guardería ilegal en Santiago de Chile.
Cuando ocurrió el deceso, la cuidadora de la menor, una venezolana que se encuentra en una situación migratoria irregular, había salido por 20 minutos para recoger a otros niños que asistían a su jardín infantil informal. Tras la formalización, este martes, la mujer quedó con arresto domiciliario total, como medida cautelar.
Según indagaciones del Ministerio Público, los padres de la víctima –de nacionalidad colombiana, según informan medios locales– optaron por este lugar para su hija porque no alcanzaron cupo en un centro educativo establecido, y la niña asistía desde marzo de este año.
La cuidadora, una mujer de 41 años, identificada como Marinel Padilla, quien aseguró estar titulada en educación integral en Venezuela, cobraba 132 dólares para cuidar a preescolares de lunes a sábado, de nueve y media de la mañana a seis de la tarde.
La cuidadora está en calidad de imputada por el delito de homicidio por omisión al no cumplir su deber.
“Lo que ella hizo fue montar una guardería en su departamento, en un piso ocho, sin tomar, por lo demás, las medidas necesarias para evitar lo que lamentablemente ocurrió. Según tenemos entendido, por WhatsApp, ella promocionaba su guardería”, apuntó Francisco Toloza, asistente de la Fiscalía Centro Norte.
El abogado de la imputada, Rafael Urquieta, sostuvo que su representada no actuó con intencionalidad:
“Todos podemos cometer errores, y, en este caso, mi defendida cometió un error en el cuidado, no una intención de matar.
Cualquier papá que se quede dormido 20 minutos y pase algo es culpable de homicidio, según esa perspectiva”, aseguró a la prensa.
Fuente: Cactus 24
Gráfica: Referenciaql
RG