Zenaida Amador (ALN).- La cita de Lima de este martes, a la que asistieron representantes de 57 países, no tenía como meta emitir un comunicado final o un pronunciamiento en bloque sobre la situación de Venezuela. Buscaba ser una caja de resonancia ante los problemas que la nación implica para la comunidad internacional y un escenario para llamar a la urgente necesidad de acelerar soluciones a la crisis venezolana, y ese objetivo se cumplió. Sin embargo, en el ambiente queda la sensación de que la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela concluyó sin novedades y sin contundencia. ¿Por qué?
No se puede perder de vista que en la noche del lunes el presidente Donald Trump, mediante una Orden Ejecutiva, congeló todos los activos del gobierno de Venezuela en territorio estadounidense, medida que entró en la agenda de la Conferencia Internacional de Lima sin que muchos países tuvieran una postura fija al respecto, sin importar si consideran ilegítimo a Nicolás Maduro o si han reconocido a Juan Guaidó como Presidente Encargado.
La Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela debía concentrar a unos 100 países, porque la idea era hacer una evaluación plural y desde varias perspectivas de la crisis venezolana para buscar opciones que ayuden a su resolución. Sin embargo, días antes de la cita declinaron su participación algunos aliados estratégicos de Maduro, como Rusia y Cuba
Pero con las medidas de Trump las bajas se acentuaron a último minuto. “México y Uruguay estaban invitados, pero a último momento decidieron no participar, creo que habría que preguntarles a ellos cuáles han sido los motivos para que no participen de la reunión”, dijo el canciller de Perú, Néstor Popolizio.
Al ser consultado sobre la postura de los participantes sobre las sanciones de EEUU señaló que los países escucharon las medidas, “las han planteado en la reunión y lo que hemos hecho es tomar nota de ellas, porque sabemos que van a tener un impacto real dentro del régimen de Maduro”.
Otro elemento que influyó fue la presencia en la capital peruana de Julio Borges, embajador de Guaidó ante el Grupo de Lima, ya que originalmente se había indicado que en la Conferencia no habría representantes ni del chavismo ni de la oposición venezolana.
Vale decir que Rusia, por ejemplo, argumentó que no iría a la Conferencia porque le parecía necesario que estuviera presente el gobierno de Nicolás Maduro.
“No ha habido representantes de Venezuela, ni del presidente encargado Guaidó ni de Maduro”, dijo Popolizio, quien aclaró que antes de la sesión formal hubo una reunión matutina “a la cual se convocó a todos los países que apoyan a Guaidó” y a la que se circunscribió la participación de Borges.
La negociación es la manzana de la discordia
Estados Unidos jugó sus cartas en contra del proceso de negociación entre los representantes de Maduro y los de Guaidó, generando así otra línea de debate.
“Vemos a Maduro usando sus mismas viejas prácticas, pretendiendo interesarse en dialogar, cuando todos sabemos que solo está comprando tiempo. No caeremos en esos viejos trucos de un dictador ya agotado; ha terminado el tiempo del diálogo”, señaló John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Este criterio no es compartido por todos, como dejó en claro el canciller Popolizio. “No todos los países tienen la misma postura acerca de los diálogos. Tenemos expectativas, pero son con escepticismo y para que no se produzca una especulación”.
El Grupo Internacional de Contacto, por su parte, emitió un comunicado al término de la conferencia donde reiteró la “necesidad urgente de una salida pacífica y democrática de la crisis (venezolana) en rápido deterioro que está afectando gravemente a la región, particularmente debido a los flujos masivos de migración a los países vecinos”.
Y le dio “su pleno apoyo a la participación de los actores nacionales venezolanos en las conversaciones en curso en Barbados facilitadas por el gobierno de Noruega. Un resultado negociado sigue siendo la única forma sostenible de superar esta crisis multidimensional”.
El propio Juan Guaidó dijo desde Caracas que, aun con las nuevas sanciones de EEUU y la situación actual, “continúa el mecanismo de Noruega, porque nosotros estamos generando las condiciones para una solución real a la crisis que se vive en Venezuela”.
Las elecciones, otro punto crítico
Según las declaraciones de Popolizio en su rol de anfitrión de la Conferencia, hubo coincidencia entre los asistentes en que “la realización de elecciones en Venezuela es el punto de inicio para la solución de la crisis que atraviesa” el país. “En ello será fundamental el papel de la comunidad Internacional para apoyar que dicho proceso electoral sea libre, justo y transparente”, dijo.
Al respecto el Grupo de Contacto Internacional aseguró que “continuará su trabajo para apoyar un camino electoral tan pacífico como una salida a la crisis en estrecha cooperación con todos los actores relevantes de la región y la comunidad internacional”. De allí “su fuerte rechazo” a cualquier solución violenta a la situación, ya que se debe buscar que las partes se comprometan para “alcanzar resultados concretos urgentes que permitan elecciones transparentes y monitoreadas internacionalmente, la reinstitucionalización de los poderes públicos relevantes y el fomento nacional reconciliación y recuperación económica”.
Pero Bolton ya había puesto sobre la mesa que EEUU se opone a unas elecciones mientras Maduro se mantenga en el poder, ya que podría manipular el sistema electoral.
Desde la Casa Blanca se emitió un comunicado este martes donde se expresa que “la dictadura de Maduro debe terminar para que Venezuela tenga un futuro estable, democrático y próspero, libre de los horrores del socialismo que han devastado este gran país”. Según el texto, “todas las opciones están sobre la mesa. Estados Unidos utilizará todas las herramientas apropiadas para poner fin al control de Maduro sobre Venezuela, apoyar el acceso del pueblo venezolano a la asistencia humanitaria y garantizar una transición democrática en Venezuela”.
Máxima presión
Estados Unidos le subió el tono al caso Venezuela y puso los términos en blanco y negro, lo que le robó peso a cualquier postura diplomática gestada en el marco de la Conferencia.
A tal efecto John Bolton usó el evento como palestra antes, durante y después de su realización. Así, además de los discursos y de las declaraciones a la prensa, utilizó las redes sociales para seguir reforzando sus mensajes y meterle fuelle a la presión.
“Más de 50 países se reunieron en Lima en reconocimiento al presidente interino Guaidó como el ‘hombre en el terreno de juego’ del pueblo venezolano y como la voz unida por la libertad”, dijo en su cuenta de Twitter a modo de balance.
Previamente había dicho que con la medida ejecutiva de Trump se actuó “para proteger a Juan Guaidó, la Asamblea Nacional y sus aliados emitiendo 21 licencias generales (en el marco de las nuevas sanciones) para algunas actividades, como proveer bienes humanitarios, correo, telecomunicaciones, acceso a internet y actividades desarrolladas por organizaciones internacionales o no gubernamentales”.
La idea es negarle a Maduro el acceso al sistema financiero global y aislarlo aún más internacionalmente. Por ello “las sanciones se aplicarán contra cualquier individuo extranjero que provea apoyo, bienes o servicios a las personas incluidas en los listados elaborados por Washington”, ya que las medidas alcanzan a “todo lo que tenga que ver con el Gobierno de Maduro, en todos sus aspectos”.
En resumen, según dijo Bolton, o “¿quieres hacer negocios en Venezuela o quieres hacerlos con los EEUU? Creo que, para cualquier empresa internacional, ya sea en EEUU o Europa, o en donde estén, sus consejos de dirección y sus accionistas estarán preguntando a sus gerentes si merece la pena arriesgar, por un goteo de ingreso de un gobierno ilegítimo, sus negocios en los EEUU”.
Prometió que este esquema de precisión rendirá sus frutos. “Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba”.
Para Rusia y China también tuvo algo que decir: “La ruta más fácil para cobrar su deuda es apoyar el nuevo Gobierno legítimo (de Guaidó)”
ALnavio.