Ecuador, que abandonó la OPEP en enero de 2020 para evitar las cuotas de producción, se ha embarcado en un ambicioso proyecto para duplicar su producción de petróleo.
La pequeña nación ubicada al centro de Suramérica con una población cercana a los 18 millones ha luchado durante años para hacer crecer su sector de hidrocarburos como un medio para impulsar una economía frágil que se ha visto duramente afectada por la pandemia de la Covid-19 con una reducción del producto interno bruto de 2020 del 7,5% y en donde estiman una pobreza extrema en casi tres millones de habitantes..
Durante décadas, Ecuador ha luchado por impulsar la producción de petróleo con una regulación de mano dura, frecuentes catástrofes ambientales y corrupción endémica que pesan mucho en las operaciones de la industria. Después de una victoria electoral sorpresa, donde Guillermo Lasso derrotó al principal candidato socialista Andrés Arauz, surgió una sensación de optimismo sobre las perspectivas de la derrotada industria petrolera de Ecuador.
El mes pasado, Lasso firmó el Decreto Ejecutivo 95 que autoriza varias acciones para expandir la industria petrolera de Ecuador e impulsar la producción. Esto forma parte del plan del presidente para reconstruir la alicaída economía de Ecuador duplicando la producción de crudo del país andino, aunque tiene mucho trabajo por delante. / JU
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