Las fuerzas de seguridad de Nicolás Maduro han rodeado la Embajada Argentina en Caracas desde la noche del viernes 6 de septiembre. Según denuncias de la oposición al gobierno venezolano, hombres encapuchados se encuentran en las inmediaciones del lugar, que está bajo custodia del gobierno brasileño.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran vehículos de las fuerzas de seguridad con sirenas encendidas en las cercanías del edificio. Seis disidentes se refugian en la embajada y podrían ser arrestados si deciden salir. “Patrullas del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y del DAET (Cuerpo Bolivariano de Policía Nacional), junto a agentes encapuchados y armados, rodean y asedian la Residencia Argentina en Caracas, bajo la custodia y protección del gobierno brasileño”, afirmó Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de la líder opositora María Corina Machado, en una publicación en X.
Ante esta situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño declaró que, por el momento, su enfoque está en garantizar la seguridad de los solicitantes de asilo en la embajada. “Brasil sigue representando los intereses de Argentina. Si Venezuela quiere revocar la autorización, tiene que esperar a la definición de un país de reemplazo. Mientras tanto, seguimos asumiendo esa responsabilidad”, comentó un portavoz del ministerio.
La situación en la embajada se ha convertido en un punto crítico en las relaciones entre Argentina y Venezuela, a medida que aumentan las tensiones políticas en el país sudamericano. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, preocupada por la seguridad de los opositores refugiados en la sede diplomática.