En varios puntos de Barquisimeto, todos ellos muy transitados tanto por vehículos como por peatones, se han originado en los últimos tiempos unas tremendas ”troneras”, a consecuencia, fundamentalmente, de que alguien, o algún organismo, público o privado, no hizo bien su trabajo.
Por supuesto, se trata de una situación que, con las copiosas lluvias de las útimas semanas, se ha agravado.
El equipo periodístico de EL INFRMADOR VENEZUELA se permitió hacer un breve recorrido por el perímetro urbano de la capital larense, y a continuación mostramos los resultados de ese miniperiplo.
En la avenida Carabobo entre las carreras 35 y 36, hay ya una especie de zanja de poca altura, que se extiende por alrededor de una cuadra, con una anchura de unos 70 u 80 centímetros, aproximadamente
Allí, está a la vista que dicha zanja fue tapada, pero no se le colocó la respectiva capa de asfalto.
Sin la capa asfáltica
De acuerdo con los hermanos José y Jorge Colmenárez, quienes laboran allí como buhoneros, esa situación lleva ya alrededor de seis meses, “porque vinieron, cambiaron una tubería de aguas negras que estaba tapada, pero no le colocaron encima, la capa asfáltica”.
En la carrera 35 entre las calles 22 y 23, en tanto, de acuerdo con lo dicho por José Tovar y Luis Sánchez, había allí una filtración de aguas bancas, que fue tapado aparentemente por alguna compañía privada.
Pero no fue mucho el tiempo que pasó para que nuevamente se rompiera la tubería correspondiente, por lo que vino entonces –dijeron— Hidrolara, y arregló el asunto, y taparon la zanja correspondiente, pero no le colocaron encima la debida capa asfáltica.
–De eso hace ya como seis meses, y la situación se mantiene igual, a pesar de las gestiones que han hecho los vecinos en busca de que se repare esa situación.
En este caso, valga señalarlo, la rotura del pavimento es de unos 30 metros de longitud, con una anchura de alrededor de 80 centímetros.
En la calle 21 con carrera 28, se presenta una situación, que si no fuese por lo problemático de la situación, pudiera dar motivo a risa.
Se trata de un enorme desgaste del pavimento que hay en esa cuadra, también propiciado por el hecho de que, en dicha cuadra, fue reemplazada la tubería cloacal, porque la misma se hallaba rota, y sus a guas y malos olores invadían al sector.
Según Oswaldo Valero, vecino del sector, eso ocurrió hace como entre ocho y diez años, cuando sustituyeron la tubería de aguas negras, para lo cual abrieron una zanja; luego, la rellenaron, pero no colocaron la capa asfáltica.
De orilla a orilla
–Por lo tanto –añadió–, en esa cuadra, desde entonces, se ha producido un gran desgaste del pavimento, tan grande que incluso, en algunas partes de dicha cuadra, el desgaste del pavimento es enorme, incluso de orilla a orilla.
Ante una pregunta, Valero respondió:
–Mira: Ya los vecinos de por aquí nos cansamos de ir a diferentes oficinas públicas, pero, hasta ahora, no hemos recibido respuesta alguna.
–Imagínate tú cómo sería la situación, que los que vivimos en esta cuadra tenemos que llevar hasta la esquina de la carrera 23 las bolsas de la basura y amontonarlas allí, porque los camioneros del Servicio de Aseo Urbano no se atreven a entrar a esa cuadra, por temor a algún daño a la unidad.
Y el último de estos huecos, o más bien desgaste del pavimento, se ubica en la carrera 22 con calle 15, pero por iguales razones.
Allí, hay un hueco, por supuesto, pero de dimensiones más esféricas, y como de unos tres o cuatro metros de diámetro.
Reinaldo Gómez
Fotos: Ángel Zambrano