El canadiense Justin Bieber se presentó ante una multitud en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudita, y cantó algunos de sus éxitos más populares.
El concierto del domingo 5-D por la noche tuvo lugar aun cuando defensores de los derechos humanos y activistas pidieron al astro pop que cancelara su actuación en protesta por los arrestos del reino y la represión a sus críticos.
Hailey Baldwin Bieber, esposa de Justin publicó un video en Instagram en apoyo del cantante con las palabras: “Vamos amor”. Otros videos en redes sociales mostraron a Bieber solo en el escenario, vistiendo un traje rojo coordinado.
El cantante de pop y R&B Jason Derulo se presentó antes de Bieber con bailarinas en pantalones deportivos y blusas holgadas.
Hace sólo unos años, esto habría sido una escena impensable en Arabia Saudita, donde prevalecían las normas ultraconservadoras. Los conciertos estaban prohibidos y los hombres y mujeres solteros eran segregados en los espacios públicos.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, está detrás de los cambios radicales que buscan modernizar la sociedad, atraer inversiones extranjeras y crear empleos para los jóvenes.
Human Rights Watch y otros, sin embargo, han pedido a las celebridades que boicoteen el reino, diciendo que tales eventos tienen como objetivo desviar la atención y desviar el escrutinio del historial de derechos humanos de Arabia Saudita.
Bieber fue el artista de mayor renombre que subió al escenario como parte del Grand Prix de Arabia Saudita, en el que Lewis Hamilton ganó la penúltima carrera de la temporada de Fórmula Uno.
El cantante canadiense no ha hecho declaraciones sobre la presión pública en torno a su actuación y los pedidos de que cancelara el espectáculo. Semanas antes de su concierto en Arabia Saudita, la prometida del crítico saudí asesinado Jamal Khashoggi se unió a un coro de voces que lo instaban a no presentarse en la carrera de F1 del reino.