La verdad es que se nos ocurre pensar que no tenemos a la mano el calificativo adecuado de todo lo que hizo y labró nuestro Víctor Davalillo a lo largo de sus muy prolíficas 30 campañas en el béisbol profesional venezolano.
Y el más adecuado que nos vino a la mente fue ése, el de “gigante”, para tratar de ponerlo en el lugar que ha ocupado, y que seguramente seguirá ocupando con el correr de los años, porque su gloria muy probablemente seguirá creciendo con el paso de los años, dada la magnitud de su trayectoria.
Fallecido en la noche de este martes 5 de noviembre, “Vitico”, como más se le conoció en el mundo beisbolero, ha sido considerado por la mayoría de los entendidos –sino por todos– como el mejor bateador de todas las épocas en la pelota venezolana, dueño de la marca de mayor cantidad de imparables conectados en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (1505) y ganador de cuatro títulos de bateo con los Leones del Caracas, club con el cual jugó 19 de sus 30 campañas en el circuito local.
De paso, acumuló en su carrera un total de 1.505 incogibles, de todos los calibres, porque también conectó, pese a su pequeña estatura, unos cuantos estacazos de circunvalación completa, algunos incluso de largo calado.
Lanzador y bate sobresalientes
Al inicio de su carrera, además de sus cualidades excepcionales de bateador, también destacó como lanzador, habiendo llegado a ganar 10 juegos en una temporada, así como por el rendimiento que brindó como jardinero a lo largo de su extensa y brillante trayectoria en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, con Caracas (1957-58 a 1974-75 y 1986-87), Portuguesa (1975-76) y Aragua (1976-77 a 1985-86).
Sus marcas hablan por sí solas, tanto, que se hace difícil comprender cómo un hombre atesoró tantos registros a lo largo de treinta temporadas en Venezuela.
Pero es que también sobresalió en circuitos de liga mayor en Estados Unidos, donde jugó por 16 años con seis clubes entre 1963 y 1980, y en tres equipos durante 6 campañas de la exigente Liga Mexicana, en la que, además, logró el liderato de los bateadores con promedio de .384, en 1977.
Era el quinto de seis hermanos
Nacido en Cabimas, Estado Zulia, el 31 de julio de 1939, Víctor José Davalillo Romero fue el quinto de seis hermanos que se criaron entre las poblaciones de Churuguara (Falcón) y Cabimas (Zulia).
Desde muy corta edad, inspirado en las habilidades de su hermano Pompeyo, quien fue el cuarto venezolano que llegó a las Grandes Ligas, en 1953, con los Senadores de Washington, Vitico se inició en la práctica de la pelota.
Firmó con Caracas y Cincinnati
Los primeros pasos en la pelota menor los dio como lanzador.
Así, a finales de 1957, tras haber actuado con Zulia en el Campeonato Nacional de Béisbol AA, celebrado en San Cristóbal, Estado Táchira, firmó para jugar en el profesional con el equipo Leones del Caracas, y, al finalizar la campaña 1957-58, fue reclutado por la organización de Cincinnati.
En sus primeros años con los Leones, fue alternado entre el montículo y los jardines.
La primera gran demostración de talento excepcional la ofreció en su quinta temporada (1961-62). Entonces, figuró entre los mejores monticulistas, con marca de 10-4 y .2.46 de efectividad, mientras que, con el madero, conectó para average de .406 (de 138-56), no pudiendo erigirse campeón bate porque le faltaron nueve apariciones oficiales para completar las 158 requeridas.
Sin embargo, en las siguientes dos temporadas fue líder de los toleteros, con promedios de .400 (1962-63) y .351 (1963-64).
Posteriormente, alcanzaría dos coronas más: En la zafra 1967-68, con .395, y en la justa 1970-71, con .379.
Por si eso fuera poco, en el certamen 1979-80, jugando con los Tigres de Aragua, impuso marca de más imparables conectados en una temporada, con 100, récord que aún está vigente.
Fuente: Líder en Deportes