Nicolás Maduro llamó el jueves a los venezolanos a unirse en la defensa de los derechos del país en la antigua disputa fronteriza con Guyana, y exhortó al secretario de Naciones Unidas a renovar sus buenos oficios para reactivar el diálogo bilateral.
El mandatario argumenta que la intervención de la Corte Penal Internacional (CIJ) es arbitraria y desconoce un acuerdo previo que privilegia la negociación sobre cualquier otra opción.
Maduro insistió en lograr un arreglo diplomático con Guyana y rechazó una vez más la iniciativa del secretario general de la ONU, António Guterres, de que la CIJ sea el medio para resolver la disputa.
Guterres declaró el 18 de marzo de 2018 el fracaso de décadas de esfuerzos de mediación. Un par de meses después de la declaración, Guyana solicitó la intervención de la Corte Internacional.
“Hemos convocado al Consejo de Defensa de la Nación y el Consejo de Estado para instalar la sesión permanente y conjunta y atender todo lo que tiene que ver la infame decisión de la Corte Internacional de Justicia contra Venezuela” del 18 de diciembre 2020, dijo Maduro en un acto de gobierno televisado.
“Desde siempre la Guayana Esequiba fue territorio de Venezuela y sufrió un despojo imperial. Ese territorio es de los venezolanos y las venezolanas y lo vamos a reconquistar”, acotó Maduro, acompañado de legisladores de la nueva Asamblea Nacional que en la jornada por unanimidad rechazaron la sentencia de la CIJ y designaron una comisión especial a cargo de «reforzar la posición de Venezuela ante la comunidad internacional”.
El 18 de diciembre, la CIJ sentenció que juzgará los méritos del caso.
Maduro anunció el envío de una carta a Guterres donde sostiene que la Corte carece de la jurisdicción sobre el caso” y manifiesta su firme disposición de defender la integridad territorial de Venezuela en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, por el cual Reino Unido y Venezuela convinieron en buscar una solución práctica y pacífica a la disputa territorial en la entonces colonia Británica, bajo el auspicio de las Naciones Unidas.
El mandatario venezolano pidió a Guterres atender la “propuesta de diálogo, activación del acuerdo de Ginebra”.
La disputa territorial se remonta al siglo XIX. El arbitraje de un tribunal internacional en 1899 trazó la frontera entre los dos países sudamericanos y favoreció principalmente a Guyana, entonces una colonia británica. La disputada franja selvática al oeste del río Esequibo es rica en oro, diamantes, madera y otros recursos naturales.
En Venezuela, un país profundamente dividido por la crisis política, el reclamo territorial es una de las escasas fuentes de unidad nacional.
El denominado Esequibo es un territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados, que constituye 40% de la Guayana actual, incluye también un área de plataforma marítima rica en Petróleo, entre otros recursos naturales.
Desde 2015, Venezuela y Guyana repetidamente han enfrentado fricciones como consecuencia de las exploraciones petroleras que realiza una subsidiaria de la estadounidense Exxon Mobil por decisión del gobierno de Georgetown en parte del área en disputa frente a la costa norte de Sudamérica.
Exxon espera producir unos 750.000 barriles diarios para 2025, lo que transformaría a Guyana, un país pobre de 800.000 habitantes, en una potencia petrolera.
AP