“Pese a que el año 2.020 lo debimos transitar con muchas dificultades, quizás las mayores de nuestra extensa historia, sin embargo, en ningún momento dejamos de prestar nuestros servicios y nuestro altruismo al prójimo, pero, además, nos disponemos a afrontar el año 2.021 con mayor disposición y con mayores bríos”.
La anterior manifestación provino del padre Omar Gutiérrez, cura párroco de Sarare, Municipio “Simón Planas” del Estado Lara, y coordinador de la organización Cáritas Diocesana de Barquisimeto.
El religioso emitió su opinión cuando el equipo periodístico de EL INFORMADOR VENEZUELA le solicitó un balance de lo hecho durante el año que culminó hace poco, y sus perspectivas para este año 2.021, ya en marcha.
Como se sabe, Cáritas Venezuela es una organización adscrita a la Iglesia Católica venezolana, integrada por voluntarios sin ningún tipo de interés, quienes se encargan, no solamente de recoger, o de recabar, ayuda material para personas –y sobre todo niños- en situación de necesidad, sino que también la distribuyen.
Entre tales ayudas materiales, se encuentran alimentos, medicinas, ropa, calzado, etc.
Donantes desinteresados
-Por fortuna –indicó el sacerdote-, Cáritas cuenta con una serie de donantes particulares, también totalmente desinteresados, que, pese a todo, no han dejado de prestarnos su mano amiga y bondadosa.
Ante una pregunta, admitió no obstante que, probablemente tanto por la misma situación económica que arrastra el país desde hace ya varios años y que en el año 2.020 llegó tal vez a su máximo grado, como por efecto de la terrible pandemia del coronavirus, el porcentaje de ayuda al prójimo por parte de Cáritas-Lara bajó en alrededor de un 30 por ciento.
-Por supuesto –dijo, a modo de explicación-, hay que entender que todas esas dificultades y todos esos obstáculos también afectan, y bastante en algunos casos, a nuestros generosos donantes.
¿Qué es lo que la gente más pide, o requiere, de ustedes?
-Lo que más ha venido requiriendo la gente, especialmente de los sectores más vulnerables, sobre todo en ese último año, han sido dos renglones: Por un lado, los alimentos, y, por el otro, las medicinas.
-Y es que tanto el uno como el otro se han convertido en rubros prácticamente incomparables, y muy especialmente para los sectores más vulnerables, que son, con mucha prioridad, el centro principal de nuestra atención.
-Es que nuestra obra altruista es tan real y está tan a la vista –prosiguió- que incluso hemos conquistado nuevos donantes en el último año, que también han contribuido a que podamos, de alguna manera, continuar con nuestra obra de ayuda al necesitado.
El Voluntariado
Ante otra pregunta, quiso el religioso destacar “la gran disposición de las 60 Cáritas Parroquiales de la Arquidiócesis de Barquisimeto, que, en total suman poco más de 300 personas”.
-Ellos –prosiguió- han sido los grandes servidores anónimos en esta cruzada de ayuda y de generosidad permanentes hacia nuestros semejantes.
¿Cómo se las han arreglado ustedes –valga el término- para poder distribuir toda la ayuda que han recabado y que recaban con cierta periodicidad?
-Bueno, esa pregunta prácticamente ya la acabo de contestar: Con la voluntad de todos los que integran ese noble Voluntariado de Cáritas-Lara, que cumple fielmente su tarea.
¿Reciben ustedes alguna ayuda gubernamental?
No, señor. En absoluto. Y aclaro que nosotros no le imprimimos a nuestra labor social ningún sesgo político, y, si el gobierno nos aportara alguna ayuda, estamos dispuestos a aceptársela.
Como detalle adicional, quiso Gutiérrez destacar su preocupación por “una lamentable realidad que estamos viviendo aquí en Lara con los pacientes crónicos, vale decir diabéticos, renales, SIDA, tuberculosis, etc.”.
-Estos pacientes en realidad están viviendo un verdadero viacrucis para lograr sus medicamentos, por cuanto, por un lado, es difícil conseguirlos, y, por el otro, porque el precio de los mismos está simplemente por las nubes.
-Y también me preocupa –dijo finalmente- el incremento bárbaro de la desigualdad social en el Estado Lara, sobre todo en los niños, que son y siguen siendo los más vulnerables.
Reinaldo Gómez
Fotos: Archivo El Informador Venezuela