Los republicanos y los demócratas en el Senado de Estados Unidos no han logrado pactar una resolución en apoyo a Juan Guaidó, consenso encallado por el veto demócrata al empleo de fuerzas militares en el país, según informó este miércoles NBC.
Senadores y asesores al tanto de su tramitación explicaron a la cadena estadounidense que la iniciativa en apoyo a Guaidó, de un gran consenso entre los dos partidos, difícilmente se llegará a presentar por la exigencia de los negociadores demócratas de que se prohíba explícitamente el empleo de la fuerza militar.
Estas fuentes indicaron que el senador republicano Marco Rubio -muy influyente en la estrategia del Gobierno de Donald Trump de reconocimiento a Guaidó como mandatario legítimo de Venezuela en lugar del actual gobernante, Nicolás Maduro- no está dispuesto a aceptar que el texto rechace una intervención militar.
Rubio sostiene que prohibir el uso de la fuerza militar es algo “problemático” puesto que EEUU ya tiene a diplomáticos y “otro” personal sobre el terreno y que la intervención es una opción que debería estar disponible, según NBC.
Por su parte, el demócrata de mayor rango en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, Bob Menéndez, sostiene que la resolución no debería servir como un aval a una eventual invasión de Venezuela.
TanRubio como Menéndez de origen cubano.
Pese a este desencuentro, la decisión de Trump de reconocer a Guaidó presidente legítimo de Venezuela ha generado un consenso poco habitual entre demócratas y republicanos en el Congreso de EEUU en asuntos de política exterior.
Guaidó, desde el pasado 5 de enero presidente de la Asamblea Nacional, juramentó como presidente “encargado” de Venezuela el pasado 23 de enero, días después de que Maduro asumiese su segundo mandato.
Estados Unidos fue el primer país del mundo en reconocer como presidente a Guaidó, al que también han apoyado varios países de América Latina, 22 de los 28 miembros de la Unión Europea (UE).
Desde entonces, Trump ha insistido en que “todas las opciones”, incluida la militar, “están sobre la mesa” para derrocar a Maduro y entregar el poder al hasta hace poco diputado de la formación opositora Voluntad Popular (VP).