Aura Rosa Castillo.- En tiempos de crisis es vital aprender un oficio, comentaron los participantes del Centro Educativo de Capacitación Laboral (Cecal), programa alternativo de Fe y Alegría, que brinda formación a los jóvenes, adultos provenientes de sectores de Barquisimeto.
A través de los cursos, los participantes tienen la oportunidad de capacitarse en tres áreas: artesanal, servicio y técnica industrial. La matrícula no ha disminuido, por ejemplo en la comunidad El Trompillo se inscriben entre 15 y 16 participantes por curso.
En Tamaca acuden 30 personas al curso de cocina para eventos, expone el coordinador de Cecal, Alexander Rivero.
Algo muy importante es que el Certificado que emite Fe y Alegría tiene reconocimiento internacional, lo que ha sido muy valioso para quienes han migrado.
El estado Lara cuenta con 13 centros, de éstos ocho funcionan en Barquisimeto en donde se enseña peluquería, barbería, cocina, panadería, repostería, corte y costura.
En el área de servicio se capacita en materia de administración, seguro y Recursos humanos mientras que en la técnica se ofrecen los cursos de mecánica, electricidad y horticultura, entre otros.
Rivero resalta la alianza con empresas en función de garantizar las pasantías a los participantes, por ejemplo los de mecánica.
Cecal no escapa de la situación socioeconómica del país, han tenido que cerrar los de estética y belleza porque no han conseguido facilitadores. Este personal es el que más ha migrado al exterior. También el de uñas acrílicas, por los altos costos de las pinturas, resinas y brillos.
Las capacitaciones tienen una duración de 15 semanas. Son tres períodos: enero-abril, mayo-agosto y septiembre-diciembre.
Subraya Rivero, que las personas también buscan formarse en un oficio para emprender y obtener ingresos económicos. De hecho, Isbeth Martínez, se capacita en el centro que funciona en Pueblo Nuevo y dice que su motivación para aprender un oficio es tener un negocio propio que le genere ingresos económicos.
Con ese propósito se ha preparado en repostería, panadería y actualmente peluquería. Los facilitadores son muy competentes. Además, aquí también se fortalece la espiritualidad porque se le dedica un tiempo a Dios. A veces nos olvidamos de él.
Nilger Crespo, encargada del centro, manifiesta que además le ofrecen un servicio de peluquería y barbería a la comunidad. Cada vez más personas lo solicitan. A manera de colaboración se les solicita Bs. 700 o que traigan la hojilla.
La afluencia de participantes se ha mantenido. Por lo general, antes que finalice el período de formación empieza a venir la gente buscando información.