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RETOS DE LA FE | Egoísmo: una condición que no debe estar en nuestras vidas

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El egoismo no es amor propio y es negarle la posibilidad de entregar con verdadera vocación lo que carece el prójimo más allá del beneficio personal

A propósito de esta Semana Santa, El Informador Venezuela quiso ahondar en diversos temas que se han manifestado en la sociedad o en lapsos de algunas personas durante algún momento de sus vidas y que en estos días de unión, paz y hermandad podemos sacarlos y reflexionar para revertir estas tendencias y buscar la manera de apartarlas para construir una mejor sociedad y por ende mejores personas.

En esta oportunidad abordaremos el tema del egoísmo. Pero que es el egoísmo? Desde el punto de vista sociológico es un término bastante conocido y familiar que con frecuencia se confunde con el amor propio.

En la actualidad el ser humano vive en sociedades cada vez más individualistas, en las que el egoísmo no es solo un carácter central, sino también alimenta el deseo de expresar el yo.

Todo nos remite a una exaltación e imposición del “yo” sobre lo demás. “Primero yo, luego tú”. Aunque, a veces nada más es “primero yo, y luego yo otra vez”. A esto nos remite en buena medida el egoísmo actual.

Cuando hablamos de las personas egoístas, cómo son; debemos remitirnos al psicólogo y filósofo alemán Erich Fromm, quien expresó en su libro El arte de amar, que las personas egoístas desean todo para ellas y no siente placer en dar, sino únicamente en tomar, además de que tienen un punto de vista muy personalista y restringido de su mundo exterior.

Lo más importante son ellos mismos. Esto no los hace necesariamente egocéntricos (que es diferente al egoísmo), sino que los convierte en lo único interesante que hay en el mundo.

Hay una característica peculiar de estas personas, descrita por Erich Fromm, y es la incapacidad de amar.

El amor es una moneda de dos caras: por un lado, está el amor propio y, por el otro, está el amor a los demás. Así como no hay una moneda de valor con una sola cara, tampoco hay un amor de verdad si no tiene ambos lados.

El amor más que un sentimiento es un arte, el arte de aprender a ser en el mundo. No se puede ser amor con uno y no serlo con los demás, ni ser amor con los demás y no serlo con uno.

El egoísmo visto desde la iglesia católica

“El egoísmo tiene como centro de todas las cosas a nosotros mismos y por lo tanto nos hace olvidar del otro, nos hace a que nos centremos en lo que nos conviene, por eso la persona egoísta no se sale de sí mismo, sino que todo lo que haga será buscado para su propio interés y lo contrario al egoísmo es el verdadero amor”, indica el padre Alexander Nieves, misionero redentorista.

“El verdadero amor a diferencia del egoísmo, no hace salir de nosotros mismos y nos hace darnos a lo que amamos transformándonos, por eso el verdadero ejemplo del amor contra el egoísmo es el propio Jesús de Nazaret, quien dio su vida por cada uno de nosotros, simplemente por amor a la humanidad y en esa búsqueda de hacer la voluntad del padre”, explica el padre Nieves.

En este sentido indica que en los actuales momentos tenemos una gran responsabilidad, no solo en el hoy sino con las futuras generaciones y una de las interrogantes que debemos hacernos es ¿que mundo queremos dejarles a nuestros niños y jóvenes, un mundo lleno de egoísmo o un mundo pleno del amor de Dios?.

¿Qué preferimos nuestro egoísmo, nuestra indiferencia, nuestra irresponsabilidad o preferimos ese amor, la solidaridad o la responsabilidad de trabajar por el bien común?, puntualiza.

Ante estas visiones, puntos de vista y conociendo un poco más de lo que es el egoísmo, bien vale reflexionar sobre nuestras posturas y preguntarnos si en algún momento de nuestras vidas hemos sido egoístas y que fórmula hemos aplicado para evitar que esta condición nos invada.

Julio Urdaneta

Foto: Julio Colmenárez

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