El gobierno de Estados Unidos planea proponer el jueves una nueva norma destinada a acelerar el proceso de solicitud de asilo para algunos migrantes, lo que representa un posible preludio de medidas más amplias para finales de este año que impondrían una mayor severidad en la frontera.
La propuesta afecta a los migrantes con antecedentes penales o a aquellos que, en virtud de otros criterios, podrían ser declarados inelegibles para recibir asilo en Estados Unidos. La propuesta, que el Departamento de Seguridad Nacional tiene previsto anunciar el jueves, fue confirmada por cuatro personas familiarizadas con su contenido a las que se concedió el anonimato para detallar planes que aún no se han hecho públicos.
De acuerdo con la ley actual, un migrante que llega a la frontera y es sometido a un examen inicial de “miedo creíble” —uno de los criterios en que se basa el asilo— puede continuar con el proceso aunque tenga antecedentes penales o represente un riesgo a la seguridad. Un juez determinaría posteriormente si ese migrante reúne los requisitos para recibir asilo.
Según las personas consultadas, el cambio permitiría que, en la fase inicial de selección, un funcionario tome esa decisión en lugar de esperar a un juez. Estas mismas fuentes indicaron también que la propuesta afecta a un universo relativamente pequeño de migrantes y aquellos que no cumplirían con los criterios para recibir protección de asilo de todos modos.
Pero a pesar de esas puntualizaciones, los defensores de los derechos de los migrantes han planteado anteriormente dudas sobre cualquier cambio en el proceso de miedo creíble, ya que señalan que los migrantes suelen hacer estas entrevistas inmediatamente después de sobrevivir a viajes peligrosos en los que arriesgan la vida para llegar a Estados Unidos.
Por ello, las entrevistas iniciales están diseñadas para tener un nivel de exigencia relativamente bajo, de modo que los migrantes no sean deportados injustamente, dicen. Y han cuestionado cuánta ayuda legal pueden recibir los migrantes que se encuentran bajo custodia a fin de prepararlos para este primer paso clave hacia una solicitud de asilo.
Es probable que pasen meses antes de que la propuesta del jueves, de la que Politico informó en primera instancia, entre realmente en vigor. Biden sigue barajando la posibilidad de adoptar medidas ejecutivas de mayor envergadura en la frontera, cuyo calendario depende en gran medida de si aumenta el número de cruces ilegales de la frontera, el cual ha disminuido constantemente desde diciembre.
La norma propuesta también se produce en medio de la presión de otros demócratas y de defensores de los derechos de los migrantes para que apoyen a los inmigrantes que ya están en Estados Unidos.
Janet Murguía, presidenta de UnidosUS, una organización de defensa de los derechos civiles, dijo que se reunió con Biden la semana pasada en la Casa Blanca junto con otros líderes latinos para abogar por un alivio para los migrantes que no tienen estatus legal pero llevan años en Estados Unidos.
“Creo que el presidente Biden está abierto a esta idea de que puede hacer algo. Ha pedido más detalles”, indicó Murguía. “Vamos a plantear el tema en la Casa Blanca. Vamos a plantear el tema aquí en el Capitolio, en todo el país, en cada comunidad”.
En una conferencia de prensa el miércoles, los congresistas demócratas latinos y progresistas expresaron su frustración ante la idea de que la Casa Blanca tome medidas drásticas en la frontera sin ayudar también a los migrantes que cruzaron la frontera ilegalmente cuando eran niños.
“Señor presidente, sabemos lo que hay en su corazón. Rechacemos los mensajes extremistas que denigran a los migrantes. Adoptemos nuestros valores como nación de migrantes y proporcionemos alivio a quienes han vivido por mucho tiempo en Estados Unidos”, declaró el senador demócrata Alex Padilla, de California.
Los legisladores piden al gobierno de Biden que exima de la deportación a los cónyuges y otros familiares de ciudadanos estadounidenses, y que amplíe el estatus de protección temporal, que permite a las personas procedentes de países asolados por catástrofes y guerras vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos.
AP